Tedros Adhanom Ghebreyesus, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cree que existen las condiciones ideales para la aparición de una cepa más peligrosa del COVID-19, según lo declaró la semana pasada durante su intervención en la Conferencia de Seguridad de Múnich (Alemania).
«Las altas tasas de vacunación en algunos países, combinada con la menor gravedad de ómicron, está impulsando una narrativa peligrosa de que la pandemia ha terminado», explicó. «Pero no es así, no cuando 70.000 personas a la semana mueren a causa de una enfermedad evitable y tratable», añadió.
En este sentido, recordó que el 83 % de la población de África todavía no ha recibido ni una sola dosis de un fármaco contra la enfermedad, mientras que los sistemas de salud continúan esforzándose por el número de casos mientras el virus —altamente transmisible— «circula casi sin control» y es difícil de rastrear su evolución.
«De hecho, las condiciones son ideales para que surjan variantes más transmisibles y más peligrosas», continuó. «Pero podemos poner fin a la pandemia del COVID-19 como una emergencia sanitaria mundial este año. Tenemos las herramientas. Tenemos el conocimiento», aseveró.
Por todo ello, Ghebreyesus ha hecho un llamamiento a todos los países para que resuelvan el déficit de financiación urgente de 16.000 millones de dólares para el Acelerador del acceso a las herramientas contra el COVID-19 (ACT-A, por sus siglas en inglés), a fin de que las vacunas, las pruebas, los tratamientos y los equipos de protección personal estén disponibles en todas partes.
«En comparación con los costos de otro año de turbulencia económica, 16.000 millones de dólares son francamente cacahuetes», señaló, al tiempo que recalcó la necesidad de terminar con esta pandemia y aprender las lecciones que nos está dejando.
El jefe de la OMS considera que para mejorar la seguridad sanitaria mundial son necesarias tres cosas: aumentar la cooperación y la colaboración; fortalecer los sistemas y las herramientas para prevenir, detectar y responder rápidamente a epidemias y pandemias; y conseguir una financiación más sólida.
En opinión de Ghebreyesus, cualquier esfuerzo por fortalecer la arquitectura de seguridad sanitaria global solo puede tener éxito si también fortalece el papel de la OMS en su centro, en lugar de crear más mecanismos que —sostiene— solo crearían una mayor fragmentación y harían del mundo un lugar menos seguro.
«¿Cuándo terminará la pandemia del COVID-19? Terminará cuando decidamos ponerle fin. Porque al final no es una cuestión de azar, es una cuestión de elección», concluyó el director general de la Organización Mundial de la Salud.
Fuente: RT.