El cuerpo humano es una máquina sorprendente, es fuerte y ya sea por culpa de accidentes, enfermedades u otros motivos, poseemos partes del cuerpo que no necesitamos
Existen órganos con los que tu cuerpo puede seguir funcionando, probablemente no al cien por ciento, pero sí lo suficiente para llevar una vida cómoda.
El cuerpo humano es una máquina sorprendente, es fuerte y ya sea por culpa de accidentes, enfermedades u otros motivos, poseemos partes del cuerpo que no necesitamos. Algunas, de hecho, nos resultan útiles en la infancia y otras, son redundantes. De ahí que sea posible perder grandes porciones de órganos vitales y sobrevivir.
Cerebro
¡No puedes vivir sin cerebro! Faltaría más, es el órgano estrella de nuestro organismo. Pero sí que podemos vivir con la mitad de él y llevar una vida relativamente normal. La consecuencia: perdemos el uso del ojo y de la mano del hemisferio contrario que nos extirpen del cerebro.
Riñón
Como sabrás, los humanos tenemos dos riñones; lo curioso es que solo necesitamos uno para sobrevivir. Podemos nacer con solo un riñón, donar uno de ellos o perder uno tras una lesión y no nos acarrearía ningún problema de salud. En general, las personas con un solo riñón tienen pocos o ningún problema de salud y una expectativa de vida normal. Técnicamente, podríamos vivir sin riñones, pero requeriríamos de diálisis, porque los riñones eliminan las toxinas de la sangre y controlan el agua y las sales de nuestro organismo.
Estómago
En ocasiones, se extrae todo el estómago del paciente como tratamiento para el cáncer de estómago, un procedimiento llamado gastrectomía total. En este procedimiento, el intestino delgado está conectado al esófago. Las personas a las que se les practica esta intervención se alimentan con suero durante unas semanas mientras se recuperan. Tras este tiempo, pueden ingerir la mayoría de los alimentos, con la salvedad de que necesitan realizar comer comidas más pequeñas y tomar suplementos dietéticos si tienen problemas para absorber las vitaminas, según informa el Servicio Nacional de Salud de Inglaterra.
Tubérculo de Darwin
El punto de Darwin o tubérculo de Darwin, es un pequeño pliegue de la piel que podemos encontrar en la zona superior de la oreja. Este engrosamiento, presente en muchas personas, no tiene un origen claro. Sin embargo, los estudios muestran que podría haber sido una articulación que en el pasado permitía que la oreja girara o se retrajera.
Tercer párpado
El tercer párpado o plica semilunaris es un pliegue pequeño de la conjuntiva del ojo que podemos encontrar junto al conducto lagrimal. Aunque no es necesario para la supervivencia o la visión, cumple un propósito en nuestro organismo. Durante el movimiento de los ojos, asegura el drenaje de lágrimas y barre los residuos del ojo.
Muelas del juicio
Además de ser extremadamente dolorosas de eliminar, las muelas del juicio no sirven para nada, con la excepción de desalinear nuestra mandíbula y obstaculizar la higiene dental. Hoy en día, alrededor del 35 % de la población mundial ya no desarrolla siquiera su tercer y último conjunto de molares.
Músculo erector del pelo
Estos minúsculos músculos están unidos a nuestros folículos pilosos a través de fibras musculares lisas. Cuando estos músculos se contraen, provocan que el cabello se ponga de punta, lo que comúnmente conocemos como ‘piel de gallina’. Innecesario.
Con información de Hispantv
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