El ultraconservador gobierno polaco dio marcha atrás y abandonó su proyecto de prohibición del aborto, tras multitudinarias protestas contra la propuesta de ley. La comisión del Parlamento polaco encargada de tramitar la propuesta de prohibir el aborto recomendó este jueves, en una sesión convocada con urgencia, rechazar la iniciativa que penalizaría a las madres.
La recomendación tendrá que someterse ahora a la votación de la sala, cosa que previsiblemente ocurrirá mañana.
El partido PiS, que gobierna con mayoría absoluta, había apoyado en un principio la propuesta, que desató fuertes críticas internacionales y multitudinarias manifestaciones. «Debemos respetar las distintas opiniones que existen sobre el tema», dijo la primera ministra, Beata Szydlo.
Sin embargo, el vice primer ministro, Jaroslaw Gowin, reconoció que las protestas masivas del pasado lunes contra la prohibición total del aborto habían hecho reflexionar a su partido y aseguró que el Parlamento no aprobará el proyecto de ley, que había sido presentado por un movimiento civil de opositores al aborto.
La movilización de las mujeres polacas «nos ha hecho pensar y ha supuesto una lección de humildad». Además, «valoramos la importancia de las protestas y la buena intención de mucha de la gente que protestó», señaló Gowin, cuyo partido ve peligrar su reelección en el cargo.
También el presidente del partido, Jaroslaw Kaczynski, considerado defensor de una prohibición del aborto, estuvo de acuerdo con el cambio de rumbo. Se ha llegado a la conclusión de que la restrictiva ley podría tener el efecto contrario, señaló.
Decenas de miles de personas protestaron contra la prohibición total del aborto y las penas de cárcel para mujeres y médicos previstas en el borrador. De las penas de cárcel para las mujeres se había distanciado la Iglesia católica, a quien en otros aspectos se atribuye cercanía al PiS.
La iniciativa, que incluía penas de cárcel para las mujeres que interrumpan voluntariamente el embarazo, fue admitida a trámite el pasado 23 de septiembre.
El pasado lunes, miles de mujeres salieron a las calles de las principales ciudades del país para protestar contra la posible prohibición del aborto.
Colectivos feministas y pro derechos humanos convocaron a las mujeres polacas a un paro general para expresar su rechazo a la modificación de la actual ley, que entró en vigor en 1993 y es considerada una de las más restrictivas de Europa ya que sólo permite la interrupción del embarazo en caso de violación o incesto, cuando hay riesgo para la madre o cuando el feto presenta malformaciones graves.