¿Qué es la vitamina K y por qué es importante?
La vitamina K es una de esas vitaminas desconocidas por la mayoría de las personas pero con un papel fundamental en el organismo humano.
Aprende para qué sirve y qué alimentos nos ayudan a aumentar sus niveles.
La vitamina K también es conocida como vitamina coagulante o antihemorrágica y se descubrió en torno a los 20, primero por un bioquímico y luego por un dentista.
La vitamina K es una especie de activador que activa la función de unión al calcio que poseen las proteínas y se presenta en dos formas distintas:
- Vitamina K1: de origen vegetal, denominada también filoquinona.
- Vitamina K2: de origen animal o procedente de alimentos fermentados, denominada también menaquinona.
La absorción de vitamina K1 tiene lugar principalmente en el hígado y estimula a las proteínas responsables de la coagulación sanguínea para que se unan al calcio.
La vitamina K2 activa las proteínas que llevan el calcio a las zonas apropiadas del cuerpo, por ejemplo, los huesos o los dientes.
Además, la vitamina K2 previene la acumulación de calcio en las venas y en las arterias, así como también en los tejidos blandos.
En este artículo, voy a centrarme concretamente en la vitamina K2, ya que sus funciones en el organismo son más relevantes que las de la vitamina K1.
Importancia de la vitamina K2
Previene enfermedades óseas
La vitamina K2 actúa en combinación con la vitamina D para llevar a cabo el correcto metabolismo del calcio.
Así pues, la vitamina K2 tiene dos funciones esenciales:
- Calcificación (acumulación excesiva de calcio)
La vitamina K2 pone en funcionamiento una proteína denominada GLA de la matriz (MGP), la cual impide que el calcio se acumule en lugares inapropiados.
Esta proteína está presente en tejidos blandos, huesos y cartílagos y también se encarga de que los huesos se desarrollen y crezcan sanos y fuertes. - Descalcificación (pérdida de calcio)
La vitamina K2 activa la proteína osteocalcina, una proteína encargada de la mineralización de los huesos y de la disponibilidad del calcio.
Al activarla, se garantiza que esta proteína se una al calcio y se almacene en los huesos, de forma que se previene la pérdida de calcio y densidad ósea.
De acuerdo con diversos estudios, tomar suplementos de vitamina K reduce el riesgo de fracturas en un 81 %, el riesgo de fracturas de cadera en un 77 % y el riesgo de fracturas de columna vertebral en un 60 %.
Reduce el riesgo de enfermedades cardíacas
Al impedir la calcificación, es decir, la concentración excesiva de calcio en arterias, venas y válvulas sanguíneas, la vitamina K2 puede reducir el riesgo de sufrir enfermedades del corazón.
Los expertos han revelado que incrementar el consumo de vitamina K disminuye el riesgo de calcificación en un 52 % y el riesgo de muerte por enfermedad cardíaca en un 57 %.
Su forma de actuar, tal y como he comentado en el punto anterior, es activar la proteína MGP, la cual inhibe que el calcio se concentre en venas y arterias y forme una placa que las tapone, denominada aterosclerosis.
Protege contra el cáncer
Parece ser que una ingesta elevada de vitamina K2 tiene efectos muy positivos en la prevención de algunos tipos de cánceres.
Es el caso, por ejemplo, del cáncer de próstata, cuyas probabilidades de aparición se reducen en un 60 % en aquellas personas que consumen grandes cantidades de vitamina K2.
Asimismo, se ha demostrado que la vitamina K disminuye el riesgo de reaparición de cáncer de hígado y aumenta el tiempo de supervivencia de los pacientes.
Mejora la salud dental
La proteína osteocalcina, activada por la vitamina K2, parece aumentar el desarrollo de dentina, el tejido que recubre el esmalte de los dientes y los protege.
No obstante, aunque existe cierta evidencia científica que prueba este hecho, se requieren más estudios al respecto.
Fuentes de vitamina K2
El organismo humano puede producir vitamina K2 a través de ciertas bacterias que se alojan en el tracto gastrointestinal.
Pero también podemos obtener vitamina K2 a través de alimentos de origen animal y alimentos fermentados.
Las vísceras animales, los huevos, los productos lácteos ricos en grasa, los aceites de hígado de pescado y algunas clases de carne contienen cantidades significativas de vitamina K2.
El natto, una comida fermentada de origen japonés, también es una excelente fuente de vitamina K2.
Por último, los suplementos de vitamina K2 también pueden proporcionarte la dosis que tu cuerpo necesita.
Gentileza de Nutrición Sin Más