Este viernes la marcha convocada por la fundación Queremos Ser Padres ha recorrido las calles de Santiago para exigir al Ministerio de Salud que la infertilidad sea considerada una enfermedad y pedir a Fonasa que incluya los tratamientos de fertilidad asistida dentro del AUGE.
La presidenta de la Fundación Queremos Ser Padres, Patricia Ramírez, explicó en conversaciones con este medio que el objetivo principal de la marcha era que la infertilidad sea reconocida como enfermedad y que, como tal, el Estado invierta recursos para ayudar «a las parejas que tengan cualquier sistema de salud en Chile». «Todos tenemos derecho a poder hacer familia«, sentenció.
La marcha transcurrida este viernes partió del ministerio de Salud en donde se entregó una carta para pedir que se considere la infertilidad como enfermedad. La movilización se trasladó entonces hasta la sede de Fonasa para entregar a su directora, Jaenette Vega, un reloj de arena con el objetivo de trasmitirle el mensaje: «Tú tiempo no son mis tiempos, hazte cargo«.
Según Patricia Ramírez, «hay un compromiso de la ministra de que en un mes tendremos una respuesta a nuestro petitorio. Pedimos que la infertilidad sea reconocida como enfermedad, que se garantice los accesos a tratamientos de la pareja«.
La diputada Claudia Nogueira compartió con los asistentes a la marcha que ella también se había sometido a tratamientos de fertilidad: «Yo formé parte de las parejas infértiles durante 10 años y conozco el dolor y la desesperanza de la situación. Yo tuve los recursos económicos para asumir un tratamiento tan caro pero hay miles de parejas que no pueden hacer familia porque no tienen recursos para hacerse los tratamientos (…) Por ello pedimos nuevamente a Fonasa la posibilidad de abrir la cobertura de duplicar el presupuesto para poder atander a las chilenas y los chilenos que quieren hacer familia«, sentenció la diputada de la UDI.
El diputado de Democracia Cristiana, Gabriel Silber, defendió que el coste de los tratamientos de fertilidad asistida debían ser asumidos por el Estado, «tal y como corresponde a un país solidario» como Chile. «La natalidad en Chile está bajando y es una paradoja que no exista apoyo público para financiar los tratamientos de fertilidad«, indicó.
El diputado Daniel Farcas explicó que se reunirán los próximos días con el ministro de Hacienda para pedirle que el presupuesto del próximo año incluya este gasto: «Hemos solicitado formalmente que tengamos a lo menos 600 millones de pesos más para duplicar los cupos«.
La falta de fertilidad es un problema que afecta a unas 350 mil parejas en Chile, lo que supone una cifra muy elevada de personas que precisan de tratamientos especiales para poder tener hijos. El gran problema es que los tratamientos de fertilidad asistida son altamente costosos, por lo que muchas parejas son incapaces de acceder a ellos, lo que puede resultar realmente doloroso y dramático.
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