Ante la dificultad de comunicarle a la pareja lo que queremos y necesitamos en la cama, física, emocional y de otro tipo, la Coalición Nacional para la Salud Sexual creó los pasos de acción para una buena salud sexual, una guía destinada a ayudar a las personas a mejorar su salud sexual en general.
Algunos de los expertos y profesionales que trabajan en el ámbito de la sexualidad, que participaron en esta iniciativa, comparten los siguientes consejos.
Comunicación: «Empieza a comunicar lo que quieres sexualmente al principio de la relación y hazlo con frecuencia», dice Justin Lehmiller, psicólogo social, investigador sexual y autor del próximo libro Tell Me What You Want. «Trata de establecer una norma de que está bien hablar sobre sexo y está bien hablar sobre el deseo desde el principio, porque mientras más esperes para presentarlo, más incómodo puede ser el tema».
Enfrenta la incomodidad: «No tengas miedo de decir que es una conversación difícil para ti, porque los costos de no tenerla son bastante significativos», dice Levkoff. «Creo que el enfoque de honestidad radical es un buen enfoque», agrega Brianna Rader, fundadora y directora ejecutiva de Juicebox, una aplicación que conecta a los usuarios con consejeros de sexo y relaciones. «Puedes comenzar diciendo: ‘Tengo algo que quiero compartir contigo pero estoy un poco ‘indeciso o asustado’. Esto le permite a su pareja empatizar y entender a lo que vas».
Conócete: «Nos faltan las habilidades y el coraje para descubrir lo que realmente queremos o necesitamos, y para pedirlo», dice Patti Britton, una sexóloga clínica con sede en Los Ángeles y educadora sexual. «Antes de que pidas lo que quieres, tienes que conocer tu propio cuerpo».
Aprende a pedir: «Parte del aburrimiento en la cama hoy en día es porque no sabemos cómo pedir lo que queremos, deseamos y necesitamos, o lo que no queremos, no nos gusta y no necesitamos», dice Britton. «La buena comunicación es cuestión de práctica», agrega la sexóloga clínica y educadora sexual Shan Boodram, residente en Los Ángeles.
No temas pedir ayuda: «Empezar de cero puede ser muy difícil cuando no sabes cuáles son las opciones. Cuando no sabes qué pedir. Esta suele ser un área en la que obtener ayuda puede hacer una gran diferencia. Ir a clases en una tienda sexual. Ir a un terapeuta especializado en esas cosas», leer libros, entre otras cosas, dice Stella Harris, educadora y entrenadora sexual certificada con sede en Portland (para Juicebox y otros lugares), y autor de la próxima Tongue Tied.
No puedes leer la mente: «No hagas suposiciones sobre lo que le gusta recibir y dar a tu pareja», dice Shula Melamed, una consejera de relaciones con base en la ciudad de Nueva York y con experiencia en sexualidad humana. «Al contrario, no asumas que algo no se hace porque no quieren o no saben hacerlo. Tal vez ni siquiera se dan cuenta de que tienen permiso para explorar». Para ello, tienes que asegurarte de que haya un consentimiento mutuo establecido, consensuado y de no pasarte de los límites ni de las zonas de comodidad.
Enfócate en lo positivo: Encuentra la manera de hacer que la conversación sea divertida, ligera y agradable. «Somos muy vulnerables cuando se trata de sexo. Necesitamos aprender cómo hacerlo de una manera consciente. De una manera respetuosa. De una manera que realmente se enfoque en lo positivo. Sin culpas, quejas, críticas negativas. Aprende cómo decir las cosas con mucha positividad y respeto», agrega Britton.
Conversa: «Muchas veces, a la gente le resulta menos incómodo preguntar en el momento: ‘¿te gusta?'», dice Melamed. «Después, puedes preguntar sobre lo que funcionó y lo que no y lo que les gustaría. Alguien tiene que empezar esa plática y ser valiente, así que bien podrías ser tú, porque al final te vas a sentir bien».
Presta atención a las señales: «Las personas necesitan subir de nivel en sus habilidades para poder leer el lenguaje corporal», dice Britton. «Es bueno que haya silencio en los encuentros sexuales y especialmente cuando una persona está en un estado de excitación superior o cuando están jugando con alguna fuerza de poder, entonces ¿cómo leer el lenguaje corporal? Esa es una forma abierta de comunicación».
Practica la comunicación no verbal: «Si no te sientes cómodo hablando de ciertas cosas, la comunicación no verbal puede ser una forma efectiva de decir qué es lo que te gusta y alentar a tu pareja a hacer ciertas cosas más que otras, por ejemplo, gimiendo y haciendo ruidos de placer durante el sexo puede ser un refuerzo positivo», dice Lehmiller.
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