Con el objetivo de ayudar a mejorar las condiciones de vida de quienes padecen el Trastorno del Espectro Autista (TEA), la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró por unanimidad el 02 de abril como el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo.
Este conjunto de condiciones afectan al neurodesarrollo y funcionamiento cerebral, provoca dificultades en la comunicación, en la interacción social y en la flexibilidad del pensamiento y de conducta.
También impacta no solo en la persona sino también en la familia y en la calidad de vida de sus integrantes, pues es considerada una “discapacidad invisible” que no lleva asociado ningún rasgo aparente y solo se manifiesta en el comportamiento.
El autismo es un trastorno neurobiológico del desarrollo que se manifiesta durante los tres primeros años de vida y que perdurará a lo largo de todo el ciclo vital. Dos de sus síntomas principales son deficiencias persistentes en la comunicación y en la interacción social, así como en los patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) uno de cada 160 niños tiene un TEA, otras estimaciones hablan de que puede afectar a uno de cada 68 niños en edad escolar.
Especialistas informaron que en los últimos años se ha constatado un aumento considerable del número de casos detectados y diagnosticados dentro del TEA, aunque aún no están claras las razones. Probablemente influye la mejora en el conocimiento y la formación de los profesionales y también la mayor precisión de los procedimientos e instrumentos de diagnóstico. No obstante, no existe una explicación definitiva a este hecho y es muy necesaria más investigación al respecto.
Pero ¿cómo ayudar a los padres de un niño con autismo? Es necesario que busquen apoyo en instituciones especializadas en el área, pues se encontrarán a personas que comprenderán la situación y le podrán facilitar toda la información pertinente. Educar a un hijo con discapacidad es una carrera muy larga, se debe acompañar en todo momento a los padres en este nuevo recorrido, pues en ocasiones, las familias se sienten solas frente a un mundo que no les comprende, luchando por lo que creen que más les conviene a sus hijos con autismo.
La familia, que es el referente principal para los autistas tiene un papel fundamental ya que son las personas que mejor les conocen, saben cuáles son sus gustos, preferencias, intereses y necesidades. Son quienes poseen la información más cercana a su realidad y quienes pueden orientar sobre cómo adaptar los apoyos a sus intereses y necesidades individuales.
En Venezuela, según medios nacionales, no existe un control exacto de las cifras de prevalencia de autismo. Aunque fundaciones de atención a la población con este trastorno ven incrementadas las referencias por parte de los docentes, neuropediatras y psicólogos, quienes reflejan que por cada 45 niños nacidos, uno presenta la condición en el país.