Bastó que un grupo de médicos de una universidad que nadie conoce denunciaran una ‘nueva droga’ comercializada en Chile para que los medios insistieran con la cruzada contra las drogas. Uno de los médicos denunciantes acusa una “epidemia de drogas sintéticas” en Chile y, como siempre, el senador UDI, Jaime Orpis dijo que la autoridad reacciona sólo cuando se causan «estragos entre los consumidores».
Desde que el lunes un grupo de médicos denunciara la comercialización en Chile de Spice, sustancia hecha a base de distintas hierbas, el recurrido fantasma de una nueva droga peligrosa volvió a la mente de los drogabusólogos.
En la televisión y en los medios escritos se habló del ‘alucinógeno de moda’ (¿???), acusándose que “tiene un efecto cuatro veces superior a la marihuana” o que se trataba de una “marihuana sintética”.
El alarmismo de la prensa se justificaba en un comunicado público auspiciado por el decano de la Facultad de Salud de la Universidad Iberoamericana, Juan Cataldo; el dirigente del Colegio Médico, Pablo Araya y el diputado UDI Juan Lobos.
Este rezaba que “peligrosa droga se vende como fármaco natural”, acusando que por no estar incluida en la ley de drogas, las policías no tienen facultades para requisarla. Además los galenos solicitaron una reunión con la directora del Instituto de Salud Pública (ISP), Ingrid Heitmann, para solicitar la prohibición de la sustancia.
¿Cómo se argumentó la peligrosidad de la sustancia?
Se dijo que Spice es una droga con efectos psicoactivos similares a la marihuana, mostrando una intensidad hasta cuatro veces mayor que ésta y que su efecto en el tiempo es más prolongado.
El hecho dio cuenta de la persistencia del estamento médico en fijarse en sustancias ajenas a su control, práctica que ocurre desde fines del siglo XIX, cuando los galenos y psiquiatras medicalizaron el uso de vehículos de ebriedad, reduciendo dicha práctica a una patología psiquiátrica.
Fieles a ser los encargados del control de los cuerpos, en la convocatoria a la prensa también los médicos acusaron el riesgo de la sustancia al ser “difícil su detección en los fluidos corporales para su control de uso y abuso, en situaciones de riesgo o seguridad, como la conducción de vehículos u otros”.
Y como los medios aún mantienen el fracaso gen prohibicionista respecto de sustancias moduladoras del ánimo, no hicieron otra cosa que reproducir dicha información, añadiendo de su cosecha la retórica drogabusóloga que nos vende infiernos.
Y a falta de argumentos contundentes, la declaración de los médicos adujo que “incluso se teme que contenga sustancias psicoactivas que con el tiempo podrían llevar a la esquizofrenia”.
Y, como siempre, el senador UDI Jaime Orpis también metió la cuchara, acusando a las autoridades a «adelantarse a los riesgos que representan las drogas sintéticas y a monitorear su desarrollo y no sólo a reaccionar cuando ya están generando estragos en los consumidores».
JWH-018
Pese a que no hay estudios sobre los efectos a largo plazo de Spice, se argumentó su prohibición a partir de las experiencias de Alemania, Austria y Francia, en cuyos países se impidió su comercialización al no haber pruebas concluyentes sobre sus efectos. Claro que en dichos países las leyes de drogas son muy duras, considerando en el país galo incluso la reclusión de los usuarios.
En Austria el Ministerio de Salud anunció en diciembre del 2008, que Spice sería controlada en virtud del párrafo 78 de su ley de drogas sobre la base de que contiene una sustancia activa que afecta a las funciones del cuerpo, y que la legalidad de JWH-018 se encuentra bajo revisión.
También está prohibida su comercialización en Holanda debido a que en dicho país se adopta el principio precautorio frente a cada sustancia cuyos efectos se desconocen.
En tanto que en Alemania, análisis hechos por el químico John W. Fuman, dieron cuenta de que Spice contiene entre un 0,2% y un 1,8% de una sustancia sintética llamada JWH-018, una imitación del cannabis que actúa directamente en los receptores cannabinoides del cerebro, con efectos psicoactivos y cardiovasculares.
“EPIDEMIA DE DROGAS SINTÉTICAS”
Consultado por El Ciudadano acerca de las motivaciones en hacer esta denuncia, Juan Cataldo dijo que “Spice tiene una sustancia que es marihuana sintética y es peligrosa, sobre todo hoy porque estamos viviendo una epidemia de drogas sintéticas”.
“Hay que analizar los efectos de las drogas en la población para poder permitir su uso – sostiene Cataldo – tenemos que pensar entonces qué pasa en nuestro país si esta droga circula libremente”.
Cataldo también dijo que “en Holanda no ha bajado el consumo de marihuana según lo que se esperaba cuando se aceptó su venta”.
El problema es que la experiencia holandesa de permitir el consumo de marihuana y hongos psicoactivos ha sido provechosa y no sólo en términos de salud pública, lo que permite que ningún usuario de drogas tenga que clandestinizar su consumo ni usar sustancias adulteradas, sino que también dicho país demostró que no porque se haya permitido el cannabis, hubo un aumento en el consumo. Hoy Holanda exhibe cifras de consumo más bajas que sus pares europeos.
Por su parte, el médico Pablo Araya, argumenta su denuncia diciendo que “si se llegó a suspender la venta de Spice en varios países de Europa, hay que evaluar lo que pasa en Chile”. Agregó que dicha sustancia “provoca brotes psicóticos en personas con predisposición”.
Hay que recordar que se sostiene lo mismo respecto de la marihuana y un sinfín de otras sustancias declaradas prohibidas.
Araya igual reconoció que le interesa distinguir entre sustancias naturales y artificiales, y que sería pertinente discutir la prohibición de sustancias como la marihuana, la que a su juicio “no es tan dañina como se sostiene”.
También Araya reconoció que la noticia fue dada con alarmismo por la prensa criolla. “La denuncia que hicimos ha sido contada de forma más alarmante de lo que pensé”.
PRODUCTO DESCONTINUADO
En Chile Spice era compercializado por la tienda Psicoactivo, la que en su web publicó una declaración pública que sostiene que la empresa inglesa The Psyche Deli Ltd, fabricante del producto, descontinuó su factura.
Por su parte, los fabricantes de Spice dicen que el producto es en base a plantas como la flor de loto egipcio, entre otroas como Canavalia maritima, Nymphaea caerulea, Scutellaria nana, Pedicularis densiflora, Leonotis leonurus, Zornia latifolia, Nelumbo nucifera y Leonurus sibiricus.
También acusan que “si bien existen estudios que asocian los efectos del Spice al cannabis, no existe ninguno que demuestre que pueda producir esquizofrenia ni que tenga relación con el efecto del éxtasis o que produzca algún daño a la salud”.
También aseguran que la sustancia “ingresó al país cumpliendo con todas las normas aduaneras y sanitarias”, enfatizando que es un producto legal, ya que “estudios realizados por el Instituto Médico Legal, Conace y la PDI no encontraron ninguna sustancia penalizada” en Spice.
En tanto, Conace estudia indexar Spice en la nómina de drogas prohibidas del Ministerio del Interior, por lo que su tenencia, porte y comercialización serían penados.
El Ciudadano