Desde el pasado martes trabajadores y trabajadoras de ocho gremios de la salud se encuentran en estado de alerta tras llevar a cabo en todo el país un paro de advertencia de cuatro horas. De forma paralela, los trabajadores y las trabajadoras de la Posta Central mantendrán el paro indefinido que iniciaron la semana pasada como rechazo al agobio laboral, los malos tratos y las irregularidades de la carrera funcionaria. Los trabajadores en paro demandan el cumplimiento de las mejoras laborales y salariales que las autoridades se han comprometido repetidamente a resolver.
Tras varios días de paro indefinido de la Posta Central y como rechazo a la insuficiente respuesta del Ministerio de Salud a la demanda de las y los trabajadores, los ochos gremios de la Salud se reunirán este martes con representantes de los ministerios de Salud, Hacienda e Interior para tratar de llegar a un acuerdo.
Los gremios que desde el martes pasado se encuentran en estado de alerta a la espera de la respuesta del ministerio son la Confenats (Confederación Nacional de los Trabajadores); la Fentess (Federación Nacional de Asociaciones de Funcionarios); la Fenats Unitaria; la Fenats Nacional; la Fenpruss (Federación Nacional de Profesionales Universitarios de los Servicios de Salud); la Fenasenf (Federación Nacional de Asociaciones de Enfermeras y Enfermeros de Chile); la Conafutech (Confederación Nacional de Asociaciones Funcionarios Técnicos en Enfermería de Chile); y Anchosa (Asociación Nacional de Choferes de Ambulancia.
Los trabajadores que secundaron el paro de advertencia el pasado martes 11 de agosto exigían al gobierno que cumpliera con sus compromisos de inyectar más recursos destinados a mejorar las condiciones laborales de todos los trabajadores de la salud. Entre otras demandas, piden mayor estabilidad laboral, una carrera funcionaria real y el término de la precarización en el empleo.
Las negociaciones entre el gobierno y los trabajadores de los ocho gremios de la salud se llevan realizando desde hace más de un año, pero no consiguen llegar a un acuerdo debido a la intransigencia de un gobierno que rehúsa de subir la inyección presupuestaria al sistema de salud pública argumentando la recesión económica que atraviesa el país. El Estado justifica que no hay plata disponible para mejorar las precarias condiciones laborales de más de 95 mil trabajadores y trabajadoras del país.