La revelación sobre la presencia de asbesto en el producto se deriva de una investigación periodística que incluyó las opiniones de algunos funcionarios federales de EE. UU. y de varios abogados
Desde que la empresa Johnson & Johnson admitió a primeros de octubre que una prueba realizada a iniciativa de las autoridades de EE.UU. había encontrado asbesto en su talco para bebés, su dirección no ha dejado de impugnar la validez del peritaje. Sin embargo, una investigación de Reuters revela que el laboratorio que lo llevó a cabo estuvo encabezado por un experto de confianza de la propia compañía con el que había colaborado durante años.
El asbesto es un grupo de minerales de origen natural que se utilizan en productos como materiales de construcción y frenos de automóvil, y al que se asocian supuestos efectos carcinógenos. En particular, Johnson & Johnson afronta demandas de más de 16.000 personas que alegan que el asbesto presente en el talco les causó cáncer.
La Administración de Drogas y Alimentos de EE.UU. (FDA) encargó al laboratorio privado AMA Analytical Services, con sede en Maryland, que probara varias muestras no etiquetadas con sus respectivas marcas, e identificó la muestra con asbesto como ‘Johnson’s Baby Powder’, explica la agencia.
Según Reuters, el director del laboratorio AMA, Andreas Saldivar, es el mismo experto que prestó testimonio ante los tribunales sobre la supuesta presencia del material cancerígeno en los cosméticos de talco de J&J, cosa que negó en varias ocasiones desde 2017. Asimismo, hizo referencia a unas pruebas que había realizado en 2010 y resultaron exitosas para la compañía fabricante, lo que le ayudó a consolidar su renombre.
Ahora, al desafiar el hallazgo de la FDA, la multinacional de productos para la salud pone en duda la veracidad de uno de sus propios expertos, estima Reuters.
«Malas noticias para J&J»
En declaraciones a la agencia británica, funcionarios de la autoridad federal respaldaron el laboratorio AMA y sus conclusiones, y aseguran que el resultado podía variar entre distintas muestras de un mismo producto. Por su parte, los abogados de un grupo de demandantes contra la compañía fabricante creen que el test de Saldivar para la FDA podría resultar perjudicial para la defensa de J&J en la corte.
«Estas son malas noticias para J&J», valoró el profesor de derecho de la Universidad de Kentucky Richard Ausness. «Los demandantes dirán, obviamente, que este director de laboratorio trabajó para J&J durante años y encontró asbesto, así que debe haber asbesto allí«, añadió.
En opinión del profesor, para J&J supone ahora un desafío desacreditar como erróneo el resultado de la prueba sin socavar la reputación y el historial de su propio experto veterano, que había acreditado que el resto de los productos de la multinacional no son dañinos.
En este sentido, la profesora de derecho de la Universidad de Stanford, Nora Freeman Engstrom, especializada en litigios complejos, admite que «esta prueba positiva aumenta la presión sobre J&J». «Y su experto encendió el fósforo», añade.
Historial ‘cancerígeno’
Desde comienzos de la década de los 70, las informaciones sobre la presencia de asbestos en el talco de esta compañía concreta era aireada de cuando en cuando por científicos externos, expertos contratados por distintos demandantes y, en algunas ocasiones, por sus propios laboratorios. La FDA nunca antes había dicho que alguna prueba del Gobierno encontró asbesto en el talco para bebés.
A primeros de octubre el presidente ejecutivo de J&J, Alex Gorsky, desestimó en Nueva York todo el historial de hallazgos de asbesto, alegando que, en cada ocasión, «luego se demostró que eran inexactos, incompletos y simplemente incorrectos».
Con información de RT
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