Hasta un tercio de todas las muertes por la COVID-19 entre menores estadounidenses se han producido durante la expansión de la variante ómicron de la pandemia, informó el periódico británico The Guardian.
«Los niños parecen estar afrontando riesgos crecientes derivados de la COVID-19, pues la obligatoriedad de usar mascarillas retrocede en todo el país, mientras la tasa de vacunación entre menores sigue estancada en niveles alarmantemente bajos», señaló el diario el viernes pasado.
Citando datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, según siglas en inglés) de EE. UU., el artículo indicó que, desde comienzos de 2022, han muerto 550 niños por la COVID-19 en EE. UU., en comparación con los 1.107 menores fallecidos durante los 22 meses anteriores. Las cifras cubren el grupo de edad de 0 a 17 años. Y su tasa de letalidad sigue siendo la más baja si se compara con otros grupos.
Identificada por primera vez en noviembre, la variante ómicron acabó siendo dominante en cuestión de semanas, añadió.
Aunque la ómicron es menos severa que la delta, es entre tres y cinco veces más mortal entre la población total que todas las variantes anteriores a la delta, apuntó The Guardian, citando una investigación reciente de los CDC publicada en enero.
Fuente Xinhua
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