Por diversas razones, miles de trabajadores en Chile no tienen la opción de tomar vacaciones, por lo que desde el Departamento de Prevención del Instituto de Seguridad Laboral (ISL) advierten que no darle el sitio que corresponde a este derecho puede ocasionar problemas en la salud física y mental de las personas.
La experta psicosocial del ISL, María Soledad Elizalde, planteó que el hecho de no descansar en períodos de calor, a mediano o largo plazo, podría generar «efectos secundarios que para la salud pueden ser sorprendentes».
«Trabajar demasiado duro sin vacaciones puede conducir a la privación del sueño, una causa común de diabetes, obesidad, depresión, inmunidad reducida, entre otros padecimientos», indicó.
«Así como tenemos que dormir ocho horas diarias para descansar y reponer energía, por salud, también debemos tomar vacaciones al menos una vez al año». Se trata de «un espacio fundamental para la salud mental, física, familiar y social; y, de esta manera, salir de la rutina, refrescar la mente y renovar las fuerzas», agregó.
Desde el ISL advierten que algunos de los síntomas más habituales que se generan producto del desgaste y agotamiento son: fatiga, estrés, aburrimiento, soledad, apatía, automatismo e incluso, padecer alguna enfermedad mental, como depresión, ansiedad o cuadros mixtos.
De acuerdo con Elizalde, los empleadores deben tener en cuenta que la falta de descanso «puede impactar negativamente en el desempeño laboral, al aumentar la probabilidad de cometer errores o sufrir accidente».
«Lo más alarmante es que el exceso de trabajo puede conducir a un accidente cerebrovascular, tanto en hombres como en mujeres», advirtió.
Beneficios de contar con tiempo libre de calidad
La profesional explicó que tener tiempo libre no significa sentarse a hacer nada, y advirtió a que la inactividad puede ser tan dañina como padecer estrés laboral.
«Tener tiempo libre significa dedicarle horas a actividades creativas, sociales o lúdicas que no generan un estrés adicional, sino más bien placer», destacó.
Por su parte, la posibilidad de contar con tiempo libre de calidad permite alcanzar un equilibrio entre la agitada rutina moderna y el bienestar personal. Lo que constituye una herramienta esencial para lograr una vida plena.
Al disfrutar de tiempo libre de calidad, las personas pueden obtener los siguientes beneficios:
-Salir de la rutina o monotonía de la vida cotidiana.
-Renovar fuerza y energía, tanto física como mental.
-Incrementar la autoestima y la realización personal.
-Establecer relaciones más estrechas y afectivas.
-Incrementar el sentimiento de pertenencia en un grupo.
-Contribuir al crecimiento intelectual, artístico, cultural o incluso compensar insuficiencias de aprendizaje.
Dos períodos de vacaciones al año
En Chile los trabajadores cuentan con 15 días hábiles de vacaciones laborales al año (salvo en las regiones de Aysén, Magallanes y Antártica Chilena y en la Provincia de Palena, en que el feriado es de 20 días).
Países de Latinoamérica como como Colombia, Guatemala y Venezuela también tienen estipulado este números de días.
De acuerdo a datos recopilados por la plataforma de empleos Trabajando.com, las y los trabajadores de países como Estados Unidos y Japón, apenas tienen 10 días hábiles al año, mientras que los de México solo pueden disfrutar de seis días hábiles, a los cuales se suman 2 por cada año trabajado hasta llegar a 12 días.
En el caso contrario, quienes ejercen sus funciones en países como Francia, Finlandia y Reino Unido, pueden disfrutar de hasta 30 días de descanso anuales.
Con relación a los 15 días hábiles de vacaciones con los que cuentan actualmente los trabajadores de nuestro país, la experta psicosocial del ISL recomienda, en la medida de lo posible, tener dos períodos durante el año calendario.
Según María Soledad Elizalde, uno de estos períodos debe ser de al menos dos semanas, para poder lograr algún grado de desconexión de la rutina y responsabilidades laborales, priorizando espacios de silencio tecnológico para conectarse con las propias necesidades, escuchando el cuerpo y la mente.
Explicó que al dividir las vacaciones en dos períodos se puede «disminuir el síndrome postvacacional y, al ser dos al año, permite jugar con las expectativas y el beneficio que supone la planificación misma de las vacaciones».
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