Un estudio que tiene lugar en varias regiones del sur de África ha permitido desarrollar una vacuna contra el VIH, uno de los grandes retos de la medicina moderna. El objetivo de la vacuna es prevenir la infección por VIH a gran escala, afirman los científicos.
Igualmente, exponen que una de las principales dificultades es que el virus es muy diverso genéticamente -más que la gripe- «así que es difícil diseñar una respuesta única que funcione contra todas las cepas que existen en el mundo».
Actualmente se está probando en 2.600 mujeres en situación de riesgo. Se trata de una vacuna que toma diferentes cepas del virus y las combina para generar respuestas inmunológicas.
«Ad26/Env es sólo el quinto prototipo de vacuna contra el VIH que ha progresado hasta la fase de ensayos de eficacia en humanos en 35 años de epidemia», señala Dan Barouch, director del Centro de Investigación de Virología y Vacunas del Centro Médico Beth Israel Deaconess, profesor de Medicina de Harvard y autor principal de la investigación.
Los investigadores se han basado en vacunas que toman retazos de diferentes cepas del virus y los combinan para generar respuestas inmunológicas capaces de abarcar una amplia variedad de subtipos en todo el planeta. La versión experimental de esta inoculación contra el VIH-1 (el tipo que causa la mayoría de las infecciones en el planeta) ha conseguido generar respuestas inmunes frente al virus en adultos sanos y en monos (Macaca mulatta) y ha sido bien tolerada en ambas especies.
«Además, la vacuna ha proporcionado una protección del 67% contra la infección viral en los monos», añade Barouch. La evolución de esta vacuna Ad26 tendrá sus resultados entre los años 2021 o 2022.