Quizás siempre pensaste que ese molesto ruido de tráfico en la calle de tu casa era insoportable, pero un nuevo estudio sueco indica que también puede hacerte engordar. Se estudiaron los sonidos que provienen de los autos, así como de los aviones y los trenes en relación con el tamaño de la cintura. Quizás vivir en una ciudad no sea tan beneficioso como pensabas, de acuerdo a estos científicos.
Ruidos molestos y nuestro peso
Para aquellas personas que están expuestas a los tres tipos de ruidos (autos, aviones y trenes), el riesgo de engordar es el doble que para aquellos que solo están expuestos a uno.
Más de 5 mil personas fueron estudiadas en Estocolmo por los científicos, determinando el tráfico al que están expuestos y el modo de vida que llevan. 62% de los participantes están expuestos a 45 decibelios de ruido de tráfico, 1 de cada 20 al mismo ruido pero de trenes y más de mil de ellos al ruido de los aviones. Las personas con mayor exposición a estos ruidos tienen mayor grasa en el abdomen.
Más centímetros de cintura
Cada 5 decibelios adicionales, la línea de la cintura aumenta en 0,21 centímetros, sobre todo en las mujeres. Aunque los investigadores todavía no han determinado cuál es exactamente el motivo, lo más probable es que el estrés generado por los ruidos molestos sea el culpable. Los miembros del Instituto Karolinska piensan que se debe al cambio en el metabolismo y las funciones cardiovasculares que generan el estrés y la falta de sueño.
El estrés genera además la producción de la hormona cortisol, la cual tiene que ver con el depósito de grasa en la parte media del cuerpo. Esto explica porqué se ve más que nada en esa zona y no como obesidad generalizada. Causa también desórdenes en la alimentación, que alteran el apetito y nos llevan a comer más. Para estos científicos, el ruido no es solo un tipo molesto de contaminación, sino un determinante en nuestro propio cuerpo.