Ananga Ranga es un antiguo manual sexual hindú, creado por el poeta Kalyana Malla, en el siglo XVI. Fue escrito para las clases acomodadas de aquella época, y enfatiza en las parejas unidas formalmente en matrimonio. Se deduce que también buscaba ofrecer a los jóvenes ignorantes, que se casaban muy chicos, una guía para una vida conyugal plena.
Occidente conoció esta obra a finales del siglo XIX, cuando fue traducida al inglés. Su espíritu se basa en que el acto sexual es más que la búsqueda neta del placer, sino que busca la unión, el sentimiento mutuo, el compromiso con la persona amada. El sexo es como un ritual sagrado, un sacramento.
Esta obra propone técnicas para acelerar el orgasmo y retrasar la eyaculación; apunta recetas para que la mujer quede embarazada; indica que antes de la penetración es indispensable los juegos preliminares numerosos y diversos, cargado de abrazos, besos, caricias, rasguños, hasta mordiscos, que estimulen los sentidos y preparen el ámbito propicio.
Y como no podía ser de otra manera, sugiere la práctica de diferentes posturas para no caer en la monotonía, de la que sentencia: «La monotonía engendra la saciedad, y la saciedad, al desagrado por la unión sexual. La causa que conduce al esposo a los brazos de otras mujeres, y a la esposa a los de otros hombres”.
Te invitamos a probar algunas de las principales posturas sexuales (bandhas) del Ananga Ranga:
Posiciones de pie (Uthita):
Janu-kuru-uthita-bandha
Se traduce como «forma de pie con la rodilla y el codo»; esta posición requiere una gran fuerza física de parte del hombre. Ambos de pie, uno enfrente de otro. El hombre pasa los dos brazos bajo las rodillas de su mujer, sosteniéndola sobre la parte interior de sus rodillas. Luego, él la levanta hasta su cintura y la penetra; ella se prende de su cuello con ambas manos.
Como el hombre necesita mucha fuerza para sostenerla y estar en movimiento, esta posición es considerada sólo de transición. El puede recargarse en la pared para un mejor equilibrio. Después, la traslada con cuidado al lecho sin dejar de penetrarla.
Hari-vikrama-uthita-bandha
El hombre levanta sólo una pierna de su mujer, mientras ella con la otra se apoya en el suelo. Para lograr un mayor equilibrio, el hombre puede colocar sus pies ligeramente separados y ella puede recostarse sobre la pared. Si al penetrarla, él le sostiene el muslo, ayudará a controlar mejor los movimientos, y a su vez, ella puede rodear la pierna del hombre con su muslo, de esta manera se logrará una penetración más profunda.
Posiciones sentados (Upavishta)
Padmasana
La posición del loto: El hombre se sienta sobre la cama, recoge sus pies, coloca a la mujer sobre las piernas y la sujeta por las caderas. Ella debe agarrarse de los brazos u hombros de su compañero para alzarse lo suficiente, con el propósito de facilitar los movimientos. Esta postura facilita la penetración y no requiere de movimientos demasiado grandes y además, los invita a besarse en el cuello, la boca, los pechos; esto puede desencadenar el orgasmo.
Upapad-asana
La «posición de la culminación”: Los dos permanecen sentados: la mujer levanta ligeramente una de sus piernas y, luego, coloca sus manos sobre las rodillas masculinas en un gesto de entrega. Ya pueden dar comienzo a las penetraciones. En esta variante de la «posición del loto» se debe prevenir que, al encontrarse tan juntos, puede llegar mucho antes el desenlace. Los amantes deben ser muy expertos para evitar que broten los orgasmos en un momento no deseado. Además, el hombre sentirá tal opresión alrededor de su pene, debido a lo mucho que se estrechan las paredes de la vagina, que le costará realizar los desplazamientos de abajo hacia arriba.
La mujer se encuentra boca abajo (Vyanta)
Dhenuka-vyanta-bandha
La palabra «de la vaca»: la mujer imita a un cuadrúpedo, apoyada sobre sus manos y pies o sobre sus rodillas. El hombre, desde atrás, la toma por la cintura y la penetra como si fuese un toro. El tendrá las piernas bien separadas y las palmas de las manos extendidas sobre la cama. Con ritmo, y aferrado a las caderas y cintura de su mujer, se moverá a su propio ritmo.
Aybha-vyanta-bandha
La «postura del elefante»: la mujer yace de tal manera que su cara, pecho, vientre y muslos tocan la cama y el hombre debe extenderse sobre ella, con sus piernas ligeramente separadas y con la parte inferior de su espalda muy curvada, la toma por debajo hasta lograr una penetración profunda. Ella, al sentir la penetración, puede intensificar el placer apretando los muslos y elevando el trasero.
La mujer se encuentra arriba del hombre (Purushayita)
Viparita-bandha
«Brazo opuesto»: la mujer se recuesta sobre el hombre, que permanece totalmente recostado, extendido y relajado. El contacto es total: los pechos femeninos cumplen un papel inicial de excitación, preparando el momento en que ella lleve a la penetración. Al mismo tiempo, él puede acariciarla. La mujer puede cerrar y abrir los músculos de su vagina para apresar a su compañero, y manejar los movimientos a su voluntad sin impedir que el también pueda realizarlos. Al tiempo que ella, puede utilizar sus manos acariciando la parte intima de su pareja.
Purushayita-bhramara-bandha
La «posición de la gran abeja»: la mujer se sienta en cuclillas sobre el hombre, cierra los muslos con firmeza y, en el momento que produce la penetración, empieza a controlar todas las acciones. Mueve sus caderas circularmente hasta obtener la mayor satisfacción. El hombre no debe mostrarse pasivo, ya que tiene a su disposición los senos, que puede tocar, besar, morder o succionar. También tiene a su alcance la boca. Esta posición posibilita que ambos conserven una gran amplitud de movimientos, que no deben desaprovechar. La mujer puede controlar la velocidad, ángulo y cantidad de movimientos de su pelvis.
Uthita-uttana-bandha
La «posición elevada»: la mujer pone a su hombre de espaldas y se sienta con las piernas cruzada sobre sus muslos, aprisiona el miembro masculino, la conduce a la penetración y comienza a moverse de arriba hacia abajo y de atrás hacia adelante.
Al igual que el Kama Sutra, el Ananga Ranga aconseja estas posiciones donde la mujer aparece como la «dominadora”.
Fuente: EM