La adrenalina se apodera del momento y la tensión sexual crece cada vez más. ¿Qué podría salir mal cuando todo está dispuesto para una noche de placer y desenfreno? Aunque no lo creas, las mujeres no son las únicas que pasan por miedos e inseguridades en cuestión de sexo. Conoce los temores masculinos más comunes y ayuda a tu pareja a superarlos:
Eyaculación precoz
Se trata del miedo más común del sexo masculino en la cama: nada habla peor del gastado concepto de “virilidad” que una eyaculación repentina e involuntaria. El temor por fallar en ese instante es especialmente intenso cuando la excitación es demasiada y los movimientos aumentan en velocidad y repetición. Nada podría arruinar un instante tan erótico como terminar antes y todo hombre lo sabe.
Disfunción Eréctil
A pesar de que se trata de un padecimiento poco común en los hombres jóvenes, la dificultad para conseguir una erección ronda la mente masculina como un fantasma capaz de crear un enredo psicológico lo suficientemente intenso como para hacerlo realidad. La principal preocupación está en que su pareja llegue a pensar que no le parece demasiado atractiva como para excitarlo lo necesario y tener sexo.
Inexperiencia en la cama
Una mujer segura de sí misma siempre supondrá un reto mayúsculo para cualquier hombre, aún más durante el sexo. La inexperiencia y falta de técnica para satisfacer a su pareja es un temor prolongado en la mente de cualquiera que intenta hacer sentir bien a su pareja. Esta incertidumbre es mayor cuando se trata del primer encuentro sexual entre ambos y la mujer toma un papel pasivo o incapaz de comunicar lo que le gusta y lo que no en la cama.
Comparaciones
La inseguridad puede generar un estado vulnerable en todo hombre, sobre todo si su pareja tiene más experiencia que él. Un sinfín de dudas sobre su desempeño, la forma en que lo hace y otras fastidiosas comparaciones (¿seré mejor que su ex?) pueden convertir un momento erótico en un desastre.
Experimentar
Los límites en todo encuentro sexual están marcados por dos elementos: la imaginación y la voluntad de ambos para hacerlo realidad. Muchos hombres están poco dispuestos a experimentar con su propia sexualidad y pueden asustarse cuando su pareja propone algo nuevo o toca en un sitio que le hace sentir incómodo.
No satisfacer a su pareja
Dar el mejor esfuerzo y no conseguir que su pareja desborde placer es uno de los temores masculinos más comunes durante el sexo. Pocas cosas son peores que mirar a su compañera sexual inexpresiva, distraída o decepcionada del encuentro. Una relación sexual plena es trabajo de ambos y no es aceptable cargar con la responsabilidad del placer propio al otro, ni tomar un rol pasivo.
Lesión sexual
Nada peor durante el sexo que una fractura del cuerpo cavernoso del pene o la ruptura del frenillo, el pliegue que une el glande con el prepucio. Sufrir una lesión sexual puede convertirse en una preocupación real mientras el sexo sube de intensidad y se hace más salvaje. Las posiciones donde la mujer controla la penetración encima del hombre conllevan un mayor riesgo.