Desde que se inventaron los anticonceptivos en el siglo XVIII, los métodos para controlar la natalidad no han avanzado mucho. Los dos más comunes son las pastillas y el condón, para mujeres y hombres respectivamente, aunque al parecer pronto saldrá al mercado un nuevo método masculino.
El producto que promete ser una revolución para los hombres estaría a la venta en 2018. Se trata de un anticonceptivo no hormonal creado por Parsemus, una fundación estadounidense sin fines de lucro y cuyo principal objetivo es encontrar soluciones de bajo costo e ignoradas por la industria farmacéutica.
Vasalgel, que es el nombre del producto que se espera salga al mercado, no es una pastilla, sino que un hidrogel sintético inyectable. El modo de uso es mediante la inyección de una dosis en el extremo donde se une el escroto con el conducto por donde pasa el esperma. El proceso dura 15 minutos y, una vez introducido, el gel actúa como barrera para los espermatozoides, mas no para el resto del fluido.
Según la información entregada por la fundación, en base a ensayos clínicos realizados en animales, su efectividad sería similar a la de una vasectomía, es decir, de un 99%. El beneficio que tiene es que, al no ser hormonal, no produce efectos secundarios como los anticonceptivos femeninos que pueden ocasionar migrañas, cambios de peso, disminución de la líbido; y el DIU, que puede provocar mayor sangrado y molestias pélvicas. En cuanto al uso del anillo vaginal y el parche, estos pueden irritar la zona que tiene contacto con estos métodos. Lo más preocupante, es que el British Medical Journal y la Fundación Española del Corazón han determinado que las mujeres que utilizan anticonceptivos hormonales están más propensas a sufrir una trombosis. Hay que tener presente que este método no sustituye al condón, ya que no protege contra enfermedades de transmisión sexual, por lo tanto, éste debería considerarse como un tratamiento complementario. Finalmente, cabe indicar que el efecto anticonceptivo de Vasalgel tiene una duración de diez años. Para eliminarlo, el hombre debe someterse a una intervención con bicarbonato de soda.