¿Cómo es el cunnilingus desde la perspectiva de los hombres?

El sexo oral es complejo si no se tiene cierta experiencia

¿Cómo es el cunnilingus desde la perspectiva de los hombres?

Autor: Priscilla Villavicencio

El sexo oral es complejo si no se tiene cierta experiencia. Y cuando es ella la que recibe, el asunto se complica, ya que un gran porcentaje de hombres no saben muy bien cómo hacerlo. Ellas se quejan, pero no lo hablan con su pareja. Existe cierto tabú a la hora de tratar los problemas en la cama. Nosotros ya les hemos dado las indicaciones precisas en este artículo, pero ahora vamos a dar un paso más allá y nos ponemos en su situación. ¿Qué piensan ellos cuando están ahí abajo? ¿Les gusta? ¿Se comunican?

Tres hombres, a los que llamaremos Adrián, Berto y Carlos, menores de 30 años, han hablado bajo pseudónimo del controvertido cunnilingus con ‘Cosmopolitan’ y han revelado los pormenores de esta práctica sexual tan extendida. Si eres hombre te interesará porque puedes sentirte identificado y, por qué no, coger ideas. Si eres mujer también deberías leer lo que tienen que decir, ya que no siempre es fácil meterse en la cabeza del otro.

¿Les gusta o lo hacen por obligación?

Una de las primeras cuestiones que han tenido que responder este trío de varones es si se sienten presionados a practicar sexo oral a su pareja. Los tres han respondido claramente que no, lo que contrasta con los datos de este reciente estudio. Tras entrevistar a 899 estudiantes canadienses (57% mujeres y 43% hombres), llegó a la conclusión de que las mujeres lo hacen más y reciben menos: ​ellas y ellos afirmaron en un 59% y un 52%, respectivamente, que habían sido los ejecutores; además, un 63% de hombres presumió haber recibido sexo oral, frente a un 44% de las mujeres.

El manual del buen amante sugiere que ellos deben seguir abajo hasta que ella llegue, algo que hacen los tres hombres (casi) siempre. ¡Bien!

Los tres entrevistados son la excepción que confirma la regla, pues lo hacen, les gusta y no se sienten presionados a hacerlo. «Depende completamente de mi pareja; en general sí me siento obligado a devolver el favor, pero normalmente lo hago porque quiero. No obstante, mis dos últimas parejas me han detenido varias veces cuando iba a bajar», relata Adrián. Berto opina lo mismo: «Creo que tienden a esperarlo«. Carlos, por su parte, considera que su novia nunca lo pretende, pero que a él le gusta hacerlo y por eso lo realiza.

¿Cuándo es el mejor momento para hacerle sexo oral a tu acompañante? Los tiempos están cambiando y hoy en día se dan los primeros besos y se practica el coito el mismo día. Al menos en la mayoría de los casos. Y con el cunnilingus ocurre lo mismo: los tres han confesado que lo practican en la primera cita a no ser que ella no esté por la labor.

Hay muchas mujeres que se comunican en la cama, lo cual es lo ideal. La pareja no es adivina y no puede saber si lo está haciendo bien o no, o si a ti te gusta de una determinada forma y otra. Hay chicas a las que les encanta que solo le roces con la punta de la lengua, otras que prefieren algo tipo lametón de vaca, otras que te centres más en el clítoris, otras que lo hagas en la parte de la vagina… Vamos, un mundo. Por eso es bueno que ambas partes hablen y se comuniquen mientras están dando o recibiendo. Sobre el tema han sido preguntados estos tres hombres. Adrián y Carlos quieren y esperan que les den instrucciones mientras están trabajando, mientras que Berto no espera nada pero sí le gustaría: «Si hay algo específico que quieren, o lo desean de otra manera, aceptaré sus indicaciones con gusto».

Las instrucciones no son malas, de hecho les hace sentir más seguros en la cama. «No puedes decirme que soy malo en el sexo oral o que no sé hacerlo, porque me hace sentir mal. Prefiero que me direccionen mientras estoy en ello, como colocar mi cabeza o decirme cómo actuar», confiesa Adrián. Su compañero Berto comparte la opinión de nuevo: «Hace mi vida más fácil». Mientras, Carlos opone cierta resistencia, pues le gusta que le orienten pero sin darle indicaciones como si fuese un guardia de tráfico: «Que me digan lo que tengo que hacer, bien, pero no si me dicen cosas como ‘tres lametones a la izquierda, y dos a la derecha’ o cosas así».

El tiempo justo y el sabor

¿Cuánto tiempo les gusta invertir en ella? Los manuales del buen amante confirman que ellos deben esperar hasta que ella diga lo contrario, y normalmente es hasta que llega al orgasmo. Pero ¿qué piensan ellos? Adrián lo tiene claro: «Me gusta estar ahí hasta que ella termina, pero a veces realmente puedo estar dándolo todo y durante mucho tiempo y el clímax no llega. A veces ella me dice ‘oh, nunca me corro con esto’, pero no sé si me lo dice por educación o en realidad está pensando que no lo hago muy bien, y tampoco me siento cómodo para decirle si debería mejorar y cómo podría hacerlo».

A los tres entrevistados les gusta dar sexo oral y recibir indicaciones precisas, pues eso les hace aprender y sentirse más seguros y confiados

Berto y Carlos son muy buenos amantes, pues no se detienen hasta que ellas no llegan. Bien. Si ven que no lo consiguen, no se sienten frustados «en absoluto». No obstante, Berto asegura que se siente un poco culpable de no haber podido regalarle el orgasmo que esperaba.

¿Y qué hacemos con el vello? ¿A ellos les gusta más con o sin? ¿Mucho o poco? Aunque la ausencia de pelo les encante a los más jovencitos, la influencia del porno ha hecho mucho a la hora de configurar gustos sexuales. Sin embargo, en los dos últimos años ha emergido la moda de los pubis con vello cuidado, que dejan atrás aquellos que parecían infantiles. Esta corriente parece ser justo la que ha arrastrado a nuestros tres protagonistas. Adrián confiesa que empezó con mujeres sin depilar y que ahora nos e imagina con una vagina calva; Berto afirma que «no es agradable si está completamente depilado», algo que comparte Carlos.

El sexo oral para ellas, una buena idea

El sexo oral suele formar parte de los preliminares en las relaciones sexuales. Sin embargo, últimamente no se ‘come’ como entrante sino como plato principal. Y es una buena idea, ya que ellas se excitan más, mejor y más rápido. Investigadores de la Universidad de Queens (Nueva York, EEUU) han llegado a la conclusión de que los hombres estimulan zonas erógenas de la mujer que no siempre las excitan.

El estudio ha determinado que ellos deben dejar de dar vueltas por el cuerpo de las féminas y centrarse prioritariamente en dos zonas: la vagina y la vulva. ¿Por qué? A las 31 damas objeto del experimento se les puso un vídeo de preliminares de 18 minutos de duración, y luego otro de 18 minutos también en el que se veía a parejas manteniendo relaciones sexuales. Mientras, se les medía el nivel de excitación. ¿Resultado? Ellas se encendieron más cuando los vídeos se centraban en la estimulación de la vulva y vagina.

Este descubrimiento va a ahorrar tiempo a los hombres. Las caricias por los muslos, por el cuello, los abrazos y las palabras pueden generar excitación, pero la diferencia la va a marcar su forma de estimular la zona erógena del aparato reproductor femenino. Esto, además, pone una nota de igualdad entre hombres y mujeres, pues el esteoreotipo reza que ellos «se encienden con solo apretar un botón»; ahora, según esta última investigación recogida por ‘Men’s Health’, parece que ellas son iguales.

Fuente


Reels

Ver Más »
Busca en El Ciudadano