¡Insólito! Unos tipos crearon un iPod para meter en tu vagina

El ser humano es, por defecto, un ente caracterizado por su infinita e imparable curiosidad. Aprendimos a encender y controlar el fuego, descubrimos continentes enormes más allá del mar y hace relativamente poco logramos viajar hasta la luna. Ahora, siguiendo estos mismos pasos, por fin hemos conseguido crear un reproductor de música que se puede introducir en la vagina de una mujer.

Pero la cosa no va de que una tipa escuche y disfrute del Crazy Rhythms de The Feelies a través de su vagina. Bueno sí, pero no. El asunto es un poco más complejo. Estamos hablando de un aparato que puede ayudar a ampliar las probabilidades de concepción de todas esas mujeres que tienen dificultades para que sus óvulos queden fecundados, y lo hace a través del eterno poder de la música. Según la doctora Marisa López-Teijín, quien está al frente del equipo de investigación del Instituto Marqus de Ginecología y Obstetricia de Barcelona, «los óvulos que reciben música mejoran su tasa de éxito en la fecundación en torno al 5 por ciento». Esta es la conclusión a la que llegaron tras haber probado el invento entre más de 1,000 mujeres.

El BabyPod es un altavoz de silicona en forma de pera invertida del que cuelga un cable que se conecta a un reproductor de música. El altavoz reduce la frecuencia del sonido a 54 decibeles para no dañar el útero. Las vibraciones de las distintas frecuencias musicales simulan los movimientos del útero que hacen que los óvulos viajen por las trompas de Falopio hasta su encuentro con los espermatozoides.

Además de haber obtenido resultados positivos durante la fecundación, el BabyPod también ha permitido descubrir cómo los fetos de 16 semanas de gestación ya reaccionan ante estímulos musicales emitidos desde la vagina de la madre.

Te dejamos el link con el video promocional de este extraño aparato.

En fin, el aparato no está hecho para que escuches «música por dentro» en modo incógnito mientras estás aburrida en clase o harta de trabajar en silencio en la oficina, lo siento.

Vía: http://www.vice.com