En el mundo existe ciento de millones de personas, diferentes culturas y con diversas personalidades, pero a la hora de adentrarse en la intimidad todos intentan sacar lo mejor de sí para sentir el máximo nivel de placer.
Es en este punto, es cuando comienzan a relucir diversas prácticas extrañas que van desde comportamientos inusuales hasta la devoción por diversos objetos a la hora de tener intimidad, considerado como fetichismo.
En este sentido, hay personas que pueden llegar a acudir a las acciones más raras como lo es el deseo sexual por las estatuas, bustos, maniquíes, muñecos u objetos inanimados similares, esta patología es conocida en el mundo como Agalmatofilia, y aunque para muchos suene fuera de lo común hay quienes recurren a estos objetos para incrementar su funcionamiento a la hora de tener relaciones sexuales.
A su vez, en la diversidad del mundo sexual se encuentran quienes se sienten atraídos o traídas por personas que han estado sumergidas en la vida criminal, este fenómeno es conocido como Hibristofilia. Especialistas explican que el deseo aumenta cuando el criminal es atractivo y en un menor caso por aquellas personas que son considerados como “chico o chica mala”.
Otro de los fetiches más curioso que ponen en práctica algunas personas es el Odaxelagnia, son aquellos quienes sienten placer o se excitan aún más al morder a sus parejas.
Aunque algunos prefieran y sean muy pulcros al momento de tener relaciones sexuales, hay quienes quieren todo lo contrario, es decir, aquellos quienes se excitan u obtienen un aumento de placer al ensuciar y denigrar a su pareja, sin generar ningún tipo de violencia, este patrón del comportamiento es denominado como Salirofilia. Especialistas aseguran que estas prácticas abarcan la dominación y sumisión.