Metidas de pata en la primera cita

Es horrible estar con una persona que te dice a todo que sí, que le gusta todo lo que a ti te gusta, que odia todo lo que tu odias. Aburrimiento total y absoluto pasar el tiempo con alguien que prefiere adoptar toda tu personalidad, antes que enseñarte la suya porque, de cualquier forma y eventualmente, va a mostrarse tal como es y cuanto antes mejor.

¿Hugh Hefner quién?

Ponerte a hablar de tus millones de parejas sexuales, presumir las posiciones en las que lo has hecho y tus historias más cerdas no son algo que quiera escuchar la persona que está conviviendo contigo, a menos que la conversación se dirija en esa dirección y lo tomen ambos como preámbulo creativo para una noche entretenida.

Hablar y/o criticar al ex pololo o la ex polola, sólo puede significar esta cita/relación/sexo casual no va a funcionar porque luego de que me vaya va a hablar de esa misma forma, pero de mí. Mejor tómate un copete en tu pieza mientras escuchas a José José o Ana Gabriel y le dejas mensajes de voz a la sabandija que te dejó mal.

«¿Dónde te gustaría casarte?» o “Mis hijos se van a llamar Sebastián y Camila” NO son comentarios dignos para la primera cita, a menos que los dos estén urgidos de casorio o necesiten figuras paternas para sus hijos. Tómatela con Andina es el nombre del juego.

El celular nos absorbe todo el tiempo, es un hecho. Tómate un Ritalín y concéntrate en la persona que está sentada frente a ti. Hay muchos otros momentos en los que puedes ponerle toda tu atención a las fotos  te mandan tus amig@s por Whatsapp, este no es el momento ideal. Si no te concentras, vas a tener que follarte sol@ durante un buen rato.

Un copetito para calmar los nervio está bien, dos también, tres dependen del aguante, pero si al final de la noche tu compañer@ te tiene que pedir un taxi para que te lleve a casa, lo más seguro es que no l@ vuelvas a ver en la vida.

Preguntar cuál es el color, película, canción, parque, sopa y desodorante favorito de la otra persona sólo evita la fluidez en la conversación y la vuelve una paja molida. Mejor deja que todo ande solo, si la conversación nomás no sale solita, pues lo mejor será buscarle por otro lado, o tal vez sea bueno asumir que no hay nada en común.