¿Quién dijo que para tener un orgasmo se necesita a otra persona? Los hombres lo saben y según un estudio de la National Survey of Sexual Health and Behavior de la Universidad de Indiana, aparecen cifras que indican que del universo de sujetos masculinos encuestados, el 44% lo hace, al menos, 2 veces por semana. Las mujeres, en cambio, somos más modestas en ese sentido y sólo un 13% aplicamos las técnicas de spiderman para entretenernos sin la necesidad de un compañero o una compañera.
Lo cierto es que más allá de lo grato que puede ser masturbarse, tiene maravillosos efectos en la salud y en tu estado de ánimo ya que luego de llegar al clímax, liberas endorfinas (que mejoran tu humor) y, además, fortaleces tus músculos pélvicos (eso te ayuda a conseguir más y mejores orgasmos).
Ahora, el beneficio más notable que puedes conseguir, es descubrir tu propio cuerpo y tus gustos. A medida que vas siendo exitosa en tus encuentros contigo misma, vas a saber sobre tus ritmos, fantasías y las zonas de tu cuerpo que son más sensibles a la estimulación. De esta forma, cuando tengas encuentros sexuales con una futura pareja (o con la actual) vas a poder guiar de forma adecuada a quien esté contigo para que te satisfaga y quedes contenta.
Acá te dejo algunas ideas para que te descubras:
Lo primero que tienes que saber es que la seducción no es sólo para un otro. También puedes coquetear contigo misma. Vístete bonita, perfúmate, usa cremas, y todo lo que te haga sentir hermosa y confiada. Crea un clima que te agrade; pon la música que más te gusta, enciende una vela aromática, etc. Lo que quiero decir es que busques la forma de crear un clima que ayude con el objetivo de que lo pases bien contigo misma.
Un dato fundamental para el proceso es que lleves las uñas cortas. Sobre todo si eres principiante en el tema o si no lo haces muy seguido. Si tienes un consolador, quizás no sea necesario que las cortes, pero si vas a necesitar introducir tus dedos, te puedes hacer daño.
Otra cosa que debes considerar y que es muy importante es la higiene. Es fundamental que te laves bien las manos antes de hacerlo.
Y bueno, estás ahí, en el mejor ambiente que pudiste proveerte. Tienes todo dispuesto y entonces te recomiendo que comiences estimulando las áreas de tu cuerpo que sabes te dan placer. Toca tus pechos, el interior de tus muslos, la parte de atrás de tus rodillas, etc.
Si la música te desconcentra, puedes probar con alguna novela erótica o con el cine.
Trata de estar cómoda. La mayor gracia que tiene acostarse contigo misma es que puedes parar de hacer lo que no te gusta y cambiar, sin herir susceptibilidades. Permítete cometer errores, sé tierna y permisiva contigo.
Usa espejos si tienes a mano, en el caso de que te guste mirar lo que haces. O apaga la luz, si es tu primer intento.
Algunas posiciones:
La clásica es tendida en la cama de espalda. Estando boca arriba, puedes usar ambas manos con tranquilidad. Te recomiendo que abras bien las piernas y dejes caer la cabeza del borde de la cama, hacia atrás.
Personalmente, te aconsejo que no intentes meterte nada para simular un coito. La pornografía ha instalado imaginarios bien idiotas para las mujeres y usar, por ejemplo, frutas o verduras, puede ser más bien peligroso y el placer no está en el clásico «mete y saca». Cuando estás sola, te recomiendo que te enfoques en el clítoris.
Si te conccentras ahí y lo estimulas, hazlo preferentemente sobre la capucha que lo envuelve (el prepucio), para evitar irritaciones por el frotamiento, pero también puedes estimular de forma más directa el glande del clítoris. Para ello, te recomiendo que lo lubriques con saliva o tus propios fluidos vaginales. Así el cariñito se mantiene «amoroso» y no te haces daño.
Otra posición es boca abajo en la cama, con el potito parado. Pasas tu mano sobre el trasero y te tocas desde atrás. Esa posición te provee una sensación completamente distinta. Con menos control. Es menos eficaz, pero puedes tocar otras áreas y descubrir otras zonas que te puedan resultar placenteras.
Otra posición que es menos popular, pero muy efectiva es, de rodillas en la cama y la espalda pegada al muro. La gracia de esta posición es que te da un completo acceso a tu cuerpo. A toda tu genitalidad y puedes «trabajar» tranquila. Además, como estás en posición vertical, la gravedad ayuda con la secreción de fluidos y estarás más lubricada. Es un lujito que cuesta darte si vives con una pareja, pero si estás soltera, 100% recomendada.
Finalmente, la más clásica de las clásicas, es el uso de la ducha teléfono, en el baño. El flujo de agua caliente para estimularte, es fabuloso.
Si ya eres una experta del amor propio, pero te caben dudas sobre qué más se puede hacer, pues la respuesta es TODO. Incluso, si vives en departamento, una experiencia muy agradable es masturbarte mientras miras por la ventana, sin que nadie lo note. Si regularmente te tocas vestida, intenta desnudarte. Si lo haces con las piernas abiertas, prueba con las piernas juntas. Si lo haces viendo pornografía tradicional, prueba con el Hentai.
Las mujeres, generalmente somos fieles a una forma de masturbarnos ya que es lo que «nos funciona»; sin embargo, siempre es bueno probar y descubrir.