La industria del sexo lleva unos meses revolucionada, a raíz del anuncio de la inminente llegada de la denominada por muchos como “viagra femenina”. Tras meses y meses de pruebas, parece que el funcionamiento ya es correcto, no hay riesgos de peligrosos efectos secundarios y todo hace indicar que en 2016 podrá iniciarse su comercialización en Estados Unidos.
Todo compuesto farmacéutico suele generar un gran interés en la comunidad médica, y algo más modesto en el panorama mediático, por sus posibles consecuencias positivas, y negativas, para nuestro organismo. Pero en esta ocasión, el aliciente es aún mayor, pues estamos hablando de un producto que podría cambiar radicalmente el ámbito sexual, que a todos nos interesa de una u otra manera.
Uno de los problemas que envuelve a la medicina es que no todo suele ser blanco o negro y normalmente existen muchas preguntas e interrogantes respecto a ella. En especial, cuando sale a la luz un nuevo producto, como este es el caso. Algunas de las cuestiones más llamativas e interesantes respecto a esta “viagra femenina” son recogidas en Prevention.
¿Cuál es su funcionamiento?
El compuesto conocido como flibanserina comenzó a investigarse con el objetivo de convertirse en un antidepresivo, pues es un inhibidor de la recaptación de los neurotransmisores, o lo que es lo mismo, es un componente que afecta a hormonas tan conocidas como la dopamina o serotonina. Concretamente, este fármaco aumenta los niveles de la primera y disminuye los de la segunda. Sin embargo, tras varias pruebas, encontraron que no funcionaba demasiado bien como antidepresivo. Paradójicamente notaron que actuaba positivamente sobre la libido, tal y como indica John Thorp, Jr, investigador de este medicamento para la farmacéutica Boehringer Ingelheim.
¿Hasta qué punto funciona?
El funcionamiento es bastante más subjetivo que en el caso de la viagra masculina, pues los efectos físicos de la pastilla azul son más que evidentes. En cambio, las mejoras en el apetito sexual de la mujer son más difíciles de cuantificar. De todas formas, un aumento de la libido de la mujer es siempreuna buena noticia en los casos en los que no se disfruta de una vida sexual en pareja satisfactoria. La doctora por Stanford, Leah S. Millheiser, señala que una mejoría en uno o dos actos sexuales al mes sería un cambio sustancial en las relaciones de parejas que pasen por estos problemas.
¿Cómo saber si se necesita?
Esta es una de las preguntas del millón en el campo de la medicina y sus medicamentos. Está claro que siempre que sea posible es preferible no utilizar medicamentos, salvo en casos en los que sea estrictamente necesario. Hasta ahí todo el mundo lo tiene claro, pero el problema es dónde se encuentra esa línea.
Hay que tener claro que la flibanserina está enfocada a las mujeres que sufren un trastorno sexual hipoactivo que, como todo trastorno, debe ser diagnosticado por un médico. Esto significa que su consumo está recomendado para casos concretos y determinados, no para aquellas personas que quieren dar un toque de alegría a sus actos íntimos. Conviene recordar que la libido depende de numerosos factores y no siempre se mantiene estable, por lo que lo más habitual es pasar por rachas en las que el sexo resulte más apetecible y en otras que menos. Este compuesto no está planteado para esos casos menos graves, sino para problemas crónicos y persistentes, señala Millheiser.
¿Y para las mujeres que no tienen este síndrome?
Como ha dicho Millheiser, este medicamento está preparado para mujeres con el conocido como síndrome sexual hipoactivo. En estos casos, la respuesta a los estímulos sexuales funciona de forma diferente que en otras mujeres, por lo que tampoco cabe esperar grandes milagros en las pacientes que no pasen por este síndrome. Por otro lado, con los medicamentos conviene tener especial cuidado, por lo que es recomendable que cuando se tengan dudas sobre si puede resultar útil su consumo, siempre se acuda al médico, que es el especialista en salud. Existen otras muchas alternativas para recuperar la chispa sexual, antes de recurrir a la medicación.
¿Por qué tras varios rechazos las autoridades sanitarias lo están aceptando?
Por el momento, la respuesta positiva viene por parte de las autoridades estadounidenses, no de las españolas. En anteriores ocasiones consideraron que no estaba lo suficiente testada y quedaban dudas sobre posibles riesgospara las personas que las consuman. Actualmente se comercializan legalmente en Estados Unidos cerca de 20 medicamentos enfocados a la disfunción sexual masculina, pero hasta día de hoy no existe ninguno para el sexo femenino. Parece que en los próximos meses podrá haber, al menos, uno, pues los datos obtenidos son más positivos que en anteriores pruebas.
¿Y si se está tomando la píldora?
Una duda muy habitual es si estos tratamientos son compatibles con el consumo de otros productos con una elevada carga hormonal, como es el caso de la píldora o el tratamiento de reemplazo hormonal, terapia común en situaciones de menopausia. Parece que no hay interferencias entre estos tratamientos, por lo que, a priori, deberían ser compatibles, indica Thorp. Aunque también parece que existe riesgo en los casos en los que se consumen bebidas alcohólicas.
¿Qué efectos secundarios tiene?
Como ocurre en todos los medicamentos, existe el riesgo de padecer algunos efectos secundarios. En este caso los estudios muestran casos de mareos, somnolencia y náuseas, algo también común entre el gran grueso de medicamentos comercializados, así como riesgos en caso de personas con la tensión baja, tal y como indica Thorp. Ahora la pregunta, según Millheiser, es si merece la pena sufrir el riesgo de padecer alguno de esos efectos secundarios. Para ello tan solo habrá que esperar y ver el grado de éxito que alcance.