Cuentan que los amantes de la comida tailandesa descubrieron un nuevo tipo de comida.
El dueño de una granja de cocodrilos, que estuvo cerca de la bancarrota, reinventó su negocio poniendo la carne de los reptiles en las brasas y abriendo un puesto de barbacoas.
Allí sirve el exótico sabor de los cocodrilos a sus clientes, destacó la plataforma multimedia española El Confidencial.
En Los Ángeles, en el estado de California, Estado Unidos (EE.UU), en el restaurante “Black Sugar Rib Company”, por su parte, se hace una barbacoa muy especial, la de cocodrilo, y cuentan los que han degustado ese platillo, que es no es nada desagradable, destacó el portal mexicano de gastronomía y turismo «Lifeandstyle».
El asado especial del restaurante californiano se ha convertido en uno de los puestos más populares de Smorgasburg, el mercado de comida al aire libre más grande de los EE.UU, donde cada fin de semana llegan hasta 30 mil personas para degustar los platillos de más de 100 vendedores locales.
Asado especial del restaurante californiano se ha convertido en uno de los puestos más populares de Smorgasburg, el mercado de comida al aire libre más grande de los EE.UU. Foto Web.
De acuerdo con Arnold Rodríguez, de “Black Sugar BBQ”, esta barbacoa de cocodrilo la preparan una vez al mes, pero la sorpresa es que no se vende, se obsequia este asado a aquellos que quieren vivir la experiencia y compran algo de su carta tradicional. Ésta es su forma de retribuir a la comunidad que hizo su empresa un éxito.
Este negocio también se ofrece para preparar sus peculiares barbacoas en eventos privados, aunque tienen un precio considerable porque los cocodrilos alcanzan un alto costo en el mercado.
Los cocodrilos son reptiles muy evolucionados y con sentidos bien desarrollados, señaló el portal español Animales en extinción.com
Indicó que sus ancestros datan del período Triásico, hace unos 200 millones de años, al igual que los de las tortugas, los dinosaurios y otros reptiles.
Inicialmente eran terrestres y de contextura ligera, aunque pronto evolucionaron y en el período Cretáceo llegaron a medir hasta 12 metros.
Entre estos animales con tanta historia, algunos tienen poblaciones que deben protegerse con especial dedicación para que no acaben desapareciendo. Popularizarlos como alimento puede resultar perjudicial para la preservación de esa especie.
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