La organización británica Care England, que representa un conglomerado de residencias de ancianos privadas en Inglaterra y el País de Gales, teme que haya alrededor de 7.000 muertos por coronavirus en estos espacios que albergan personas de la tercera edad.
Esta cifra multiplicaría los datos oficiales, que ofrece la Oficina de Estadísticas Nacionales.
El Reino Unido tiene hasta ahora 14.576 fallecidos por el nuevo coronavirus, según las cifras dadas a conocer hasta el viernes. Este número engloba los decesos en los hospitales de pacientes que dieron positivo en las pruebas de diagnóstico, informó AFP.
La Oficina de Estadísticas Nacionales, que tiene otra manera de contabilizar a las víctimas pero suministra sus datos con diez días de retraso, estimó que 217 personas habían fallecido hasta el 3 de abril en las residencias de ancianos de Inglaterra y el País de Gales.
La organización Care England, ha hecho sus propios cálculos y estima que el número real de fallecidos será muy superior.
«Si examinamos algunas tasas de mortalidad desde el 1 de abril y las comparamos con los años precedentes, estimamos que unas 7.500 personas podrían haber muerto de la enfermedad Covid-19», dijo al diario Telegraph Martin Green, director general de CareEngland.
El responsable admitió, no obstante, que es «muy difícil dar una cifra exacta» de los fallecidos sin pruebas de diagnóstico.
El ministro de Salud, Matt Hancock, admitió que el número real de decesos en las residencias de ancianos es «más elevado» que el oficial y garantizó que habrá un conteo oficial «muy pronto».
Solo en Inglaterra, 3.084 residencias de personas mayores registraban casos del nuevo coronavirus el 15 de abril, según los servicios públicos de salud.
La semana pasada, varias asociaciones escribieron al ministro de Salud para exigirle más tests para las personas mayores y material de protección para quienes los cuidan.
El gobierno británico decidió prorrogar al menos durante tres semanas el confinamiento instaurado desde el 23 de marzo y anunció que intensificaba sus esfuerzos para desarrollar y producir una vacuna lo antes posible.
El jueves 16 de abril comenzaron los ensayos de una vacuna en seres humanos en la universidad de Oxford, declaró el profesor John Bell, miembro de un equipo gubernamental dedicado al tema.
El responsable estimó que los científicos habrán terminado la fase de pruebas de las vacunas «de aquí a mediados de agosto» del presente año.