La Agencia Internacional de Energía (AIE) alertó que el incremento global en las ventas de vehículos SUV (todoterreno ligero) ha contribuido al aumento de emisiones en casi mil millones de toneladas de dióxido de carbono durante el año 2022.
La contaminación de los 330 millones de vehículos utilitarios deportivos que hay en las carreteras equivale a las emisiones combinadas del Reino Unido y Alemania, de hecho, si los SUV fueran un país, se ubicaría como el sexto más contaminante del mundo.
Los vehículos son más grandes y pesados que los automóviles regulares y usan en promedio un 20% más de combustible. Las compras de SUV se han disparado en los últimos años, pasando del 20% de los autos nuevos en 2012 al 46% de todos los autos el año pasado, informa la AIE.
Aproximadamente uno de cada seis SUV vendidos en 2022 era eléctrico. Pero los expertos de la AIE dijeron: “Los SUV eléctricos están ganando popularidad, pero no lo suficientemente rápido como para compensar el aumento del consumo de petróleo y las emisiones de la flota más amplia”, reseña The Guardian.
“Los SUV eléctricos también requieren baterías más grandes para funcionar, por lo que un mercado de SUV eléctricos en crecimiento impondría una presión adicional sobre las cadenas de suministro de baterías y aumentaría aún más la demanda de los minerales críticos necesarios para fabricar las baterías”, agrega la AIE.