El beso de Singapour: el nuevo secreto para lograr un orgasmo fuera de este mundo

Disfrutar de su sexualidad es algo que toda persona, y pareja, debe hacer. Y no porque estés hace un tiempo en una relación debes dejar de probar nuevas maneras y métodos de hacerlo. De hecho, puede ser aún mejor. Mientras pruebas, vas descubriendo un nuevo mundo con quien deseas y amas, lo que trae muchos beneficios.

Una de estas técnicas que debes probar definitivamente en pareja, es el beso de Singapour. Es quizás, algo que pocos se atreven a experimentar, pero es más simple de lo que parece (en especial con la práctica) y te puede llevar a tener un orgasmo inolvidable.

Algunos lo conocen como pompoir o kabazza, pero se refieren a lo mismo. Este método, creado hace unos 3 mil años por la zona de Tailandia e India, busca estimular el pene con la vagina, imitando movimientos que dan la misma sensación del sexo oral, una especie de succión que dobla la cantidad de placer.

De hecho, uno de sus nombres se traduce al español como ‘chupadora’, refiriéndose al efecto que genera en el pene de la pareja. A pesar de que puede sonarte un poco complicado y te preguntas cómo hacer esos movimientos, la verdad es que todo se centra en ser hábil y no rendirse.

El principal es el músculo pubocoxígeno, el encargado de estimular a través de sus movimientos. Si practicas los ejercicios de Kegel, para mejorar el movimiento y musculatura vaginal, no tendrás ningún problema con ello. Pero hay una serie de pasos con lo que puedes lograr el anhelado orgasmo del beso de Singapour.

Primero, tu pareja debe estar acostada y sin movimiento para que pueda sentirlo mejor. Así, luego del juego previo, introduce el pene en la vagina con tu cadera inmóvil. Cuando ya estás así, debes controlar el movimiento de ambos cuerpos, centrándote en el músculo y en que pueda contraerse y relajarse a un ritmo como si hicieras sexo oral. Tú y tu pareja así experimentarán mezcladas sensaciones que los harán tener un placer inigualable.

¿Estás preparada para intentarlo?