Hace poco Julia Stakhiva hizo polémica por decir en televisión que era demasiado hermosa para trabajar. Es una de las figuras frecuentes en las imágenes de «los niños ricos» de Instagram, pero la joven de 23 años estaba engañando al mundo, pues todo el lujo de su vida era una gran mentira.
Marina Hyde, columnista del periódico The Guardian, fue quien la puso al descubierto. Julia ha contado que sus padres son empresarios, y que desde temprana edad vivió en un mundo lleno de excentricidades. Pero no es así, y Hyde lo sabe ya que la niña rica arrienda una habitación a su madrastra.
Cuando Julia mostró al mundo sus posesiones, fue mientras no había nadie más en la casa, y posó con todo ello como si fuese suyo.
La periodista también agregó que muchos de los atuendos y prendas de diseñador de la joven podrían ser robados, o bien comprados de manera poco legal. Hyde comenzó a atar cabos sobre la historia de Stakhiva, quien adora presumir de su ostentosa vida.
Según la comunicadora, «No todo el mundo podía permitirse bolsos de diseño», aludiendo a la policía de los sectores de Kensington y Chelsea, para que revisaran los robos en el sector.
Stakhiva comentó sus planes de poder hacerse cargo de la empresa de sus padres, supuestamente, cuando sea el momento. Pero todo indicaría a que no sería más que una careta. Según ella «Soy tan bella y educada que no soy apta para ningún empleo. Mis padres y amigos me ven como una líder, por lo que no iré a la universidad».
Además en su entrevista en un matinal británico dijo que:
«Todos pueden ser ricos, pero no todos pueden ser bellos. Es más importante ser bello que rico, por lo que todos deberían comenzar a hacerse cirugías desde temprana edad».
Acá hay algunas de sus imágenes: