1. “Por si el niño no fuera lo suficientemente raro…”
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“Durante un campamento, mi hijo pretendía que la rama de un árbol era su novia. Por si eso no fuera lo suficientemente raro, luego vino corriendo hasta mi diciendo “Tengo que enterrar a mi novia ahora mismo”.
—Cassie Kent
2. “No puede vivir sin él”.
“A lo largo del ultimo año y medio, mi hija de tres años ha estado jugando con un juguete en forma de pie cercenado y sangriento. Siempre lo lleva con ella a la tina de baño”.
—Kimberly Lockert
3. ¡Gusanos!
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“Mi hijo de tres años comenzó a llorar inconsolablemente después de que supo que “los gusanos no tienen cerebro como los seres humanos” y entonces “no pueden ser realmente sus mejores amigos”.
—Chloe Peterson
4. Pequeño demonio.
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“Cuando entré, descubrí a mi hijo “amenazando” a sus espaguetis diciendo que “iba a asesinarlos”.
—Riley Miller
5. Pies y manos.
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“Mi hija les dio nombre a cada una de sus manos y durante los viajes largos por carretera, juega con “sus amigas” aunque lleve juguetes. Recientemente, sus pies se unieron al grupo”.
—Candace H.
6. Luna llena.
MGM
“Cuando mi hija mayor tenía cuatro años, solía tener una fina pelusa oscura en lo alto de las orejas y la espalda. Un día bromee con ella acerca de lo “peluda” que estaba. Entonces decidió que era una “mujer lobo” y luego se pasó dos meses ladrando y aullando a la luna”.
—Samm Gedo
7. “Mmmmmmmmm”.
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“Cuando nuestra hija menor tenía alrededor de dos años, fue detrás de mi esposo, inhaló profundo mientras él se tiraba un gas y se alejo con un “Mmmmmmmm”.
—DeAnna Martin Totman
8. “¡Mi ojo!”
BBC
“Estaba en una tienda de novias que tenía un fila de espejos, acompañando a una amiga que se probaba un vestido. Mi hijo de tres años vio a una de las vendedoras y la siguió detrás de los espejos. Cuando lo llamé, volvió gritando “¡Mi ojo! ¡La señora se llevó mi ojo! Me quedé mortificada aunque su ojo está perfectamente bien”.
—Elizabeth Cupertino
9. “Soy de las montañas”.
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“Mi hija que ahora tiene 5 años, solía decir que nosotros no eramos sus verdaderos padres – los verdaderos vivían en las montañas pero unas personas malas la habían alejado de ellos-. También decía que los extrañaba mucho y preguntaba si la devolveríamos con ellos”.
—Rebecca Siegfried
10. “…Porque se me da la gana…”
ABC
“Habíamos ido a visitar a mi suegra en el hospital, así que decidimos ir a tomar un bocadillo en la cafetería. De pronto y sin razón alguna, mi hijo de tres años dejó de comer, miró fijamente a una enfermera que pasaba y deslizó su dedo a lo largo de su garganta. Luego sonrió y comenzó a comer de nuevo como si nada hubiera sucedido”.
—Krystal Linkert