10 Remakes que sí vale la pena ver

Es un lugar común decir que todos los remakes son películas malas que nunca le llegarán a la original y que no vale la pena verlas.

Tal pensamiento no puede estar más alejado de la realidad, ya que existen muchas películas que en primera instancia no se creería que son remakes de otras películas y en segundo lugar, que éstas pudieran superar a sus versiones originales. Se considera que hay algunas segundas versiones que merecen la pena verlas y mucho más merecen algunas películas ser reconocidas como la primer versión de blockbusters como 60 segundos, o de clásicos de culto como Scarface.

¿Quién no recuerda el clásico “Okay. Say hello to my little friend!“?

Las siguientes son películas que quizá no sabías que eran remakes, asimismo algunas segundas versiones que sí valen la pena ver.

¿No valdría la pena ver Scarface, ahora que sabes que es un remake?

1. Scarface (1983), Brian De Palma

Quizá muchos no sepan que este clásico del cine, dirigido por Brian De Palma, adaptado por Oliver Stone y protagonizado por Al Pacino, es un remake de una película homónima filmada en 1932. La versión original fue para la época un hito de violencia y excesos, donde la mafia dominaba la escena. En la versión de De Palma, el inmigrante cubano Tony Montana es un personaje que exacerba la violencia y el uso de sustancias. Que se haya borrado de la memoria la versión original, nos habla de que la versión de 1983 es una joya del cine. Tan así que está dentro de las mejores 10 películas de todos los tiempos.

2. El amanecer de los muertos (2004), Zack Snyder

Cuando se habla de cine de culto es complejo poder comparar la versión original con el remake. Lo que ocurre con la versión de 1978 es algo de admirarse, para la época los efectos especiales y los presupuestos con los que se trabaja, no eran nada espectaculares. Lo valioso de la cinta es la crítica social que genera a su contexto. La versión de 2004 no aporta nada a la historia ni al concepto, pero tiene el atino de saber explotar los adelantos para hacer efectos especiales, dándole una frescura al plano de lo visual y el horror.

3. Cabo de miedo (1991), Martin Scorsese

La primer versión de 1962 está basada en la novela estadounidense The Executioners, escrita por  John D. MacDonald. La trama sigue la dinámica del sujeto que es condenado a prisión y al salir, busca el rastro del abogado que testificó en su contra. La versión de Scorsese versa sobre la misma temática: un montañés es encarcelado 14 años por un cargo de abuso sexual a una menor, dentro de la cárcel aprende a leer y la profesión de la abogacía, al salir descubre que su abogado ocultó pruebas que lo daban por inocente. Las dos versiones son excelentes, y la segunda aporta la actuación de Robert De Niro.

4. 60 segundos (2000), Dominic Sena

La versión de 1974, dirigida por  H.B. “Toby” Halicki, narra la historia de un grupo de ladrones de autos que tienen el encargo de robar 48 coches en algunos días. Esta película se recuerda porque en una escena de persecución destruyeron 93 autos completos. En el año 2000 se hizo el remake protagonizado por Angelina Jolie y Nicolas Cage. Sinceramente, el remake no le llega a la original, pero no es tan malo el intento y vale la pena verlo por el grado de tensión que maneja en ciertas partes.

5. Perfume de mujer (1992), Martin Brest

Este clásico del cine estadounidense, protagonizado por Al Pacino, tiene su génesis en una novela llamada Oscuridad y Miel, del autor italiano Giovanni Arpino, de igual forma existe una versión cinematográfica filmada en 1974. La segunda versión es la que se lleva las palmas, y quizá sea de las pocas películas que siendo remake, supere a la película original.

6. La gran estafa (2001), Steven Soderbergh

Para algunos críticos de cine, la primera versión de esta historia es mucho mejor que la película de 2001. La primera versión corrió a cargo de Lewis Mileston. La versión donde actúan George Clooney, Brad Pitt, Matt Damon, Andy García y Julia Roberts, estuvo basada en el guión original escrito por Harry Brown y Charles Lederer. Quizá lo anterior sea la explicación de porqué el remake es una versión muy buena de la original. Es otro de los remakes que vale la pena ver.

7. Godzilla (1998), Roland Emmerich

El monstruo radioactivo que aparece en las pesadillas más infantiles, tuvo su origen en 1954, creación del director japonés, Ishirō Honda. En esos años todavía estaba fresca la imagen de las bombas de Hiroshima y Nagasaki, y el director la aprovechó para generar la metáfora de que Godzilla podría ser un arma nuclear, es decir un animal modificado a nivel celular por exposición a la radiación atómica. Un dato curioso es que en 2015, el gobierno de Japón nombró a Godzilla como embajador cultural del Japón en el mundo. La mejor versión de todas las que se han hecho de esta película es la que se filmó en 1998.

8. Halloween (2007), Rob Zombie

John Carpenter filmó la primer película en 1978, y se ha convertido en una película de terror de culto. Lo que ocurre con la versión de Rob Zombie es que es un caso parecido al del remake de El amanecer de los muertos. Son filmes que ya no se pueden reinterpretar y que lo que queda es copiar toma por toma, y agregarle el toque de violencia que quizá hace 40 años hubiera sido imposible. Esos son los aciertos de los remakes de clásicos de terror/horror que sólo se limitan a volver a montar las escenas. Lo que hay que tener cuidado es poder ver las dos versiones separadas, y que a pesar de que sean la misma trama, diferenciarlas en el justo contexto en el que se han hecho. Una podrá ser mejor la la otra, pero el remake no es algo de lo que se arrepientan de ver.

9. Evil Dead (2013), Fede Álvarez

Evil Dead es el mismo caso que con la anterior película. Los puristas dirán que la versión hecha en 2013 no vale nada, pero la cuestión es que se deben ver con posturas y contextos distintos. La trama ya conocida, de los jóvenes que van a pasar un fin de semana a la cabaña en el bosque y por curiosidad desatan la ira de un demonio, fue traspasada a la segunda versión. Los efectos especiales de la primer película de 1981 son magníficos por el sencillo hecho del nivel de horror que causan los prostéticos de plástico y la sangre falsa. Por otra parte la escena de la lluvia de sangre en la versión de Álvarez es fenomenal.

10. La mosca (1986), David Cronenberg

La versión filmada en 195 por el director Kurt Neumann, con tientes de horror y ciencia ficción, es una muestra de la estética de la época así como del sistema de valores que se reflejaban en el cine. Muy a la tónica de los zombies come-cerebros, un científico por error cambia su ADN con el de una mosca, convirtiéndose en un monstruo odiado por las personas que lo rodean. La versión de Cronenberg aporta el llevar al extremo el horror de ver a un hombre-mosca, lo anterior debido a que en los años 80 los efectos especiales en el cine de horror ya tenían varios años puliendo sus técnicas para que los personajes fueran repugnantes. La segunda versión es una película que quizá no te deje dormir.

Fuente: Cultura Colectiva