El tipo de alcohol que elijas a la hora de emborracharte dice muchísimo del tipo de fiesta que vas a tener y el rol que vas a cumplir en ella. Lo sabes. Sin embargo, acá te dejamos una lista de los favoritos como recordatorio.
1. Vodka: El que manda mensajes a quien no debería.
Los profundos sentimientos que tienes por las personas, ni importa si son buenos o malos, todos afloran con el vodka. Así, tú te conviertes en piñata y el vodka en un Barry Bonds con bate de metal, para ver cómo eso que traes dentro se desparrama por todos lados en un momento de la noche. Ten por seguro que dejarás correos de voz, enviarás mensajes de texto, harás llamadas, dirás basura a la cara de muchos, postearás mi*rdas en las redes sociales y lo peor es que en ese momento, te parecerá muy buena idea hacerlo.
2. Tequila: El que todos conocen como “Error-404: Archivo no encontrado”.
En este caso, tendrás muy poco control de tus oscuras y amenazadoras acciones y a la mañana siguiente, cuando quieras que tu cerebro localice un solo recuerdo de lo que pasó, verás que “no hay archivos disponibles”. Si la página “no puede cargar” entonces el tequila te ha dado un “Error 404″. Básicamente, la única forma de saber lo que hiciste anoche es haciendo que alguien más te lo diga.
3. Vino: El que representa una versión más tranquila y relajada de ti mismo.
El vino es le único tipo de alcohol que te prende y te apaga al mismo tiempo. Con él puedes tener inteligentes y profundas conversaciones (de borrachos), ponerte de ánimo para ir a un sitio elegante a bailar y también, legitimar la noche yéndote a dormir. El vino ofrece toda la comodidad y la tranquilidad que te daría tu almohada con memoria si tuviera forma líquida.
4. Cerveza: El borracho de 18 a 21 años que llevas dentro.
Seguramente sabes que puedes ver una película de Disney y volverte niño otra vez. Pues bien, así es como funciona la cerveza: Te reconforta, te es familiar pero hace que tu fase juvenil de borracho recién estrenado se revele, lo cual puede ser tan divertido como dolorosamente ridículo.
5.Whisky: El borracho seguro de sí mismo.
Cuando se trata de emborracharse y de lucir cool mientras lo haces, el whisky hace tus sueños realidad. Y es que no te tambalearás, no harás desastres y puede que hasta alcances el grado de elegancia de Ryan Gosling cuando bebas tu nuevo trago. Eso es ser (un borracho) distinguido y con porte.
6. Licor de Malta: El que trata de ignorar la realidad al menos por unas horas.
Beber 40 grados de esta cosa es a menudo señal de que estás lidiando con un presupuesto bastante limitado pero también con las ganas de alcoholizarte con unos pocos pesos. Esto casi siempre pasa cuando necesitas tomarte un descanso urgente de tu vida real actual, porque el licor de Malta es la manera más sencilla, rápida y económica de alcanzar el glorioso nirvana de los borrachos.
7. Ginebra: El divertido y fiestero que corre el riesgo de partirse la cara sin ayuda.
Ya sabes cómo es eso.
8. Ron: El que quiere bailar como si estuviera solo y además afirma que la calle es su club y los faros de niebla, su luz estroboscópica.
Cualquier tipo de alcohol hará que las cosas te importen menos, pero el ron es como esa gente descarada que todo le importa menos que un ca*ajo. Es como decir “me vale mier*a todo y me voy a comportar como se me dé mi pu*a gana, por favor supéralo…”
9. Moonshine: El que se embriaga con un chasquido de dedos.
Estás en tus cinco sentidos y, de repente, poco después de haber empezado, estarás literalmente noqueado. Sentirás cómo de la nada sobrepasas los limites legales de consumo cuando empieces a moverte menos como una persona y más como una marioneta controlada por un tembloroso titiritero mejor conocido en el bajo mundo como moonshine.
10. Champagne: El que sabe que su vida no cambiará y entonces no hace más que embriagarse.
Geralmente, el Champagne se reserva para ocasiones especiales, pero si te abrazas demasiado a la botella podrías terminar celebrando un motivo contrario al de la reunión. Si estás en una boda dirás “Estoy completamente solo, así que ¡emborrachémonos!”. Si celebras el año nuevo pensarás “No logré nada en los pasados 365 días ¡choquemos las copas!” Puede que los que se emborrachan con champaña parezcan muy glamorosos pero más bien parecen los protagonistas del capítulo descorazonado de una típica telenovela cursi.
11. Licor de absenta: El que dice “¿Debería hacerlo? no, no, ¡quiero regresar!
Sólo se necesita un poco de absenta para ser succionado en un vórtice de embriaguez del que saldrás pero sólo para llegar a un universo paralelo en el que serás rehén de tu cerebro y de que lo que se le antoje que alucines. La absenta es la vieja y temida montaña rusa por la que no estás seguro de que el alcohol sea únicamente alcohol.