La historia que les contaré el día de hoy comienza como el sueño de cualquier varón: un grupo de chicas invitándote a una fiesta. Imagínenlo, no habrá otro chico más que tú y cinco chicas, en una alberca, pasándola bien. Suena a un sueño hecho realidad, ¿no es así?
Pues esto le sucedió a un usuario de Reddit, que compartió su historia donde desmiente el mito de que ser el único hombre en una fiesta con puras chicas garantiza diversión y triunfo, el pasó una verdadera pesadilla. Esto fue lo que escribió:
Estas cinco chicas me invitaron a salir con ellas y pasar un rato en la piscina. Pensé que sería una pequeña fiesta, pero no. Solo eran cinco mujeres y yo en una piscina. ¿Suena a la fantasía de todo hombre, verdad?
¡Pues no! Primero me invitaron para ayudarles a prender una fogata porque no podían hacerlo ellas. Entonces les pregunté. ‘¿Con que tendrán una fiesta en la piscina? ¡Claro que puedo ayudarles!’. Como respuesta sólo recibí un ‘Ajá, una fiesta, seguro’.
Esa fue la primer bandera roja. Dejé que mi feliz y esperanzado trasero se dirigiera a donde sería la fiesta. Bandera roja dos, la fogata ya estaba prendida y era grandísima.
No le di mucha importancia, pero también noté que solo eran cinco chicas en una alberca, una fiesta muy pequeña, pero no me quejé. Me instalé, me serví algunos tragos y salté al agua con estas mujeres, todo parecía estar bien… Hasta que todo comenzó a descontrolarse…
Una de las chicas se emborrachó completamente, se desnudó y corrió por toda la casa gritando y llorando histéricamente, mientras intentábamos calmarla y ponerle ropa. Lo curioso es que jamás vi a esta chica beber una sola gota de alcohol.
Ya bajo control la situación, otra de las chicas me miró y me dijo ‘ven aquí, tengo que decirte un secreto’. Nadé hacia ella, algo mareado de todo el alcohol y al llegar a escuchar su secreto me besó. En ese momento pensé ‘muy bien, no me lo esperaba, pero no me molesta’.
De repente, al tratar de devolverle el beso, escuché que otra de sus amigas (la que me invitó) le gritó ‘¡¿Qué diablos?!’ y al voltear evidencié que estaba completamente molesta. Se acercó a nosotros y yo pensé que se abalanzaría sobre mí, pero no fue así, ella iba directo a su amiga, a quien agarró del pelo y la sacó de la alberca para comenzar a pelear en el pasto. Así es, estaban peleando, literalmente se tiraron golpes y patadas, muy al estilo UFC.
En un abrir y cerrar de ojos, pararon, se mimaron fijamente y comenzaron a llorar, como si hubieran visto una tonta película romántica, de esas con las que las chicas lloran siempre. Pensé, ‘¿qué diablos está pasando? ¿Debería estar impresionado o aterrado?’. Les aseguro, sentía ambas emociones a flor de piel.
Después de eso, la cosa se puso mucho peor. Estando en la alberca, comenzaron a jugar a las luchitas y algunas de ellas comenzaron a ahogarme. Si bien, crecí entre hermanas, sabía cómo quitarme de encima a una mujer que intenta matarme, ¡¿pero a cinco?! ¡¿En una piscina y estando borracho?!
Por supuesto que entré en pánico, comencé a rezar a los dioses de todas las religiones para que pararan. No estaba seguro si intentaban matarme o solo estaban jugando, yo solo intenté salir con vida. Su risa juguetona es algo que aún no puedo sacar de mi mente, pensé que eso sería lo último que escucharía esa noche.
Afortunadamente, las cosas se calmaron, así que, con cautela y a regañadientes, me quedé a pasar la noche en el sofá, ya que había bebido demasiado para manejar y no quería una multa o destrozar mi motocicleta.
En la mañana, un horrible sonido me despertó, como si una bestia estuviese comiéndose a su presa, y pensé: ‘Santo cielo, esto es todo, estas chicas son unas brujas o demonios y están tratando de robar mi alma. Yo tengo la culpa, merezco esto’.
Volteé a mi alrededor, traté de encontrar la fuente de horroroso sonido y la vi, la chica que corría desnuda estaba vomitando por todos lados. Lo digo en serio, todos lados , parecía una maldita manguera. Cuando terminó de tapizar la casa, me miró y me dijo: ‘perdón, no quería despertarte’ y se fue, como si no fuera nada. Cerré mis ojos, esperé a estar un poco sobrio y me largué de ese maldito lugar.
Para que lo sepan: salir con cinco chicas a una fiesta en la alberca puede sonar bien pero, de hecho, es una completa pesadilla. Sí, seguro se desnudarán, pero intentarán ahogarte.