Si a un niño le das a elegir entre una manzana y un algodón de azúcar, o entre una banana y un helado de crema bañado en chocolate, la mayoría no elegirá la opción más saludable. Los niños, y bueno muchos adultos, siempre escogerán lo que sea más brillante, más esponjoso, más bonito o chocolatoso.
A raíz de esto, los padres empiezan a formular preguntas del tipo: ¿Qué hago para que mi pequeño se coma la naranja repleta de vitamina C que le envié de colación? ¿Cómo sé que la eligió por encima de la galleta que le ofreció su compañero de asiento?
Pues yo tengo una simple solución a todas esas interrogantes. Debemos hacer que la fruta luzca siempre fabulosa y muy entretenida para que sea la primera opción de los niños. ¿Alguna idea de cómo hacerlo? Pues si no estás seguro/a, entonces pon atención a los 15 ejemplos que compartimos a continuación.