Nick Stafford es un hombre de Virginia que perdió la paciencia ante la burocracia del Departamento de Vehículos Motorizados de su estado.
Todo comenzó cuando decidió regalarle a su hijo un auto, por lo que quiso registrarlo. Pero en el Departamento de Vehículos Motorizados sólo se dedicaron a tramitarlo.
Según explicó al sitio Buzzfeed: «Soy autónomo, así que apenas tengo tiempo para dormir, y mucho menos para hacer un viajecito a mi oficina local del DVM para hacer una pregunta de treinta segundos» y agregó «Así que intenté contactar con mi oficina local llamando al único número de teléfono que figuraba en Internet».
Llamó, pero sólo recibió más demoras, mucho tiempo perdido en el teléfono de donde no le dieron ni una solución.
A raíz del mal servicio, se amparó en la Ley por la Libertad de la Información, solicitando líneas de teléfono directas de los centros de departamentos de vehículos motorizados de su zona.
Fue tanto su descontento, que se quiso «vengar» del departamento y decidió pagar los 2.987,14 dólares de impuestos que le pertocaban en 300.000 monedas de céntimo.
Para transportarlas, hicieron falta 5 carretillas que tenían los 700 kilos de monedas. El departamento se demoró 12 horas en contarlas. Nick se fue feliz a su casa luego de ‘equilibrar el karma’.