Existen enfermedades o trastornos que parecen invisibles o imposibles de detectar para nosotros. Pueden ser pequeños cambios, que tomamos por comunes, pero están dando indicios de que algo sucede en nuestro organismo. Y así sucede con los hombres y el síndrome de genitales inquietos (SGI).
Este padecimiento consta en una persistente inquietud en la zona de la pelvis. Puede sentirse como una excitación genital, sin que haya deseo sexual de por medio. Así, los hombres pueden tener una sensibilidad u hormigueo, que puede pasar desapercibido por muchos.
El experto Tobias Köhler comentó en Men’s Health que puede imitar lo que se siente al estar al borde de un orgasmo incluso, pero sin ningún tipo de estímulo.
Como es común, en cada caso los síntomas pueden variar. De vez en cuando un simple movimiento cotidiano, como andar en bicicleta o correr, puede desencadenar el síndrome. O también, puede pasar mientras se encuentra en reposo. Muchos podrán creer que se trata de algo placentero, pero la verdad es que para quienes lo padecen puede llegar a ser muy incómodo. En especial cuando se da en un contexto público e inesperado.
¿Qué se puede hacer si se tiene SGI? Hasta ahora hay pocos estudios concluyentes, ya que tiene relación con el sistema nervioso, y hace poco que se conoce de ello.
Tal como pasa con el síndrome de piernas inquietas, aún falta investigación para tener una respuesta concreta como cura. Desde el 2001 que se tienen registros de este trastorno, que se produce por una anormalidad sensorial en la zona genital.
De todos modos, si te sientes identificado con los síntomas puedes consultar a un especialista, como un urólogo y también un neurólogo.