Él la invitaba a comer y le daba dinero, hasta que descubrió en qué lo gastaba. Eso cambió todo

Esta historia fue compartida en la página de Facebook Love What Matters y fue contada por uno de sus protagonistas llamado Greg Smith, quien cuenta cómo conoció y entabló una amistad con una mujer sin hogar que vivía en las calles del centro de Orlando, EE

Él la invitaba a comer y le daba dinero, hasta que descubrió en qué lo gastaba. Eso cambió todo

Autor: Andrea Peña

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Esta historia fue compartida en la página de Facebook Love What Matters y fue contada por uno de sus protagonistas llamado Greg Smith, quien cuenta cómo conoció y entabló una amistad con una mujer sin hogar que vivía en las calles del centro de Orlando, EE.UU. Su nombre era Amy Joe y siempre veía pasar a Smith por la calle vestido de traje. Pero a diferencia de todas las personas en situación de calle del lugar, ella jamás le pidió dinero sino que lo saludaba cordialmente y le deseaba un buen día.

Como el gesto le llamaba la atención, al tiempo que le sacaba una sonrisa,  Smith agradecido por la actitud de la mujer decidió  invitarla a a almorzar.

En ese momento el se dio cuenta de algo que lo conmueve hasta el día de hoy:

“Conozcan a ‘Amy Joe’. En las últimas semanas, cada martes, Amy Joe y yo nos vemos en la esquina de calle Pine y la avenida S. Orange en el centro de Orlando (trabajo en el centro y estoy siempre moviendome alrededor de la ciudad). Cada día durante una semana vi a Amy Joe en esta esquina y nunca me pidió dinero… simplemente decía “Buenos días señor, tenga un buen día. Qué Dios le bendiga!!”, luego sonreía. Uso traje para ir a trabajar todos los días así que me piden dinero bastante seguido en el centro… pero nunca Amy Joe…

Cada martes Amy Joe y yo ahora almorzamos juntos. Durante 30 minutos a 1 hora escucho cuán positiva es a pesar de que realmente no tiene nada. La semana pasada Amy Joe me contó una bomba… no sabía leer. Ella no fuma, no bebe, no tienen ninguna adicción a drogas o algo de esa naturaleza. Simplemente ella nunca tuvo a nadie que le enseñara a leer. Me contó lo difícil que era para ella encontrar trabajo sin ser capaz de leer. Me dijo que todo el dinero que conseguía lo usaba para sacar libros de la biblioteca que la ayudaban con la lectura en vez de comprar comida. Eso me tiro al suelo!!! Ella prefería aprender a leer para quizás encontrar un trabajo que comer!!!…

Yo fui bendecido con dos padres increíbles y una familia que siempre tuvo los recursos para proveerme con todo lo que quise. Amy Joe no. Así que ahora Amy Joe y yo no sólo nos sentamos a almorzar, le estoy enseñando a leer. Arriendo un libro de la librería a la semana, lo leemos juntos los martes y ella practica por su cuenta por el resto de la semana.

Esta publicación no busca que nadie sienta pena por Amy Joe o alardear por hacer algo por alguien menos afortunado. Quiero compartir esto porque quizás pueda llevar a que alguien ayude a otra persona. Hay muchas personas allá afuera como Amy Joe, no todos están hambrientos, sin hogar o heridos. Algunos podrían ser tus familiares o amigos. Ayudar a alguien puede ser tan fácil como saludar y sonreír. Yo he sido afortunado con mis finanzas por lo que puedo hacerme cargo de Amy Joe, así que eso voy a hacer…”

 


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