Tras años de mofas, burlas, especulaciones y consuelo. Una historiadora ha dado la explicación definitiva al desproporcionado tamaño del pene en las esculturas antiguas de hombres, que se supone representan la perfección.
Ellen Oredsson es la Historiadora del Arte que ha aclarado este «enigma» en su sitio ‘How To Talk About Art History‘ (‘Cómo Hablar de la Historia del Arte‘) quien frente a los constantes cuestionamientos, risas y asombro que provocaba la desproporción del tamaño de los penes en los hombres de piedra, quiso responder de un modo simple y claro:
“Los valores acerca de la belleza masculina eran completamente diferentes en ese entonces...Hoy, los penes grandes son vistos como de gran valor y masculinos, pero en esos tiempos, la mayoría de las evidencias muestran que los penes pequeños eran considerados mejores que los más grandes”.
“Los penes grandes eran asociados con características muy específicas: la estupidez, la lujuria y la fealdad…El hombre griego ideal era racional, inteligente y autoritario. Puede que haya tenido mucho sexo, pero esto no estaba relacionado al porte de su miembro, y su pequeño pene le permitía seguir siendo ‘cool’ y lógico”.