Este hombre gana millones de dólares y, sin embargo, le encanta vivir en la calle.

El americano Daniel Norris no tiene un techo bajo el que resguardarse.Norris duerme en su vieja caravana Volkswagen en el aparcamiento de un centro comercial.
Pero no lo hace porque sea pobre; es una decisión personal. De hecho, Daniel es millonario.
El jugador de béisbol de 21 años es una de las nuevas estrellas del equipo de Toronto Blue Jays. ¡Solamente su bonificación fue de 2 millones de dólares! Pero mientras sus compañeros de equipo se compran lujosos autos y mansiones, con su primer sueldo Daniel se compró únicamente una camiseta.
Para este joven el dinero simplemente no es importante.
Desde hace tres años el deportista profesional vive en una mini caravana que adora y a la que incluso puso nombre: Shaggy. Todos sus bienes caben en su diminuto hogar. Daniel no puede ni ponerse de pie dentro, pero no cambiaría su estilo de vida por nada en el mundo.
De los millones que gana, solo toma una pequeña parte: unos 800 dólares para sus gastos. Esto es más que suficiente para él. “¿Quién soy yo para recibir tanto dinero? ¿Qué he hecho en la vida que sea tan maravilloso para recibir tanto?”, se pregunta la estrella de béisbol.
“La verdad es que me siento mejor cuando no tengo tanto dinero”. En un día normal, por las mañanas hace un poco de ejercicio con un carrito de supermercado en el parking de un centro comercial; luego, conduce hacia la playa para surfear y, por último, se va a entrenar con su equipo.
“Me parece que tengo bastante lujos, porque con mi mini caravana tengo la libertad de viajar donde quiera. Además, duermo sobre la arena de la playa y me despierto con el sonido de las olas del mar”, dice Daniel. “Es la mejor sensación”.
Pero no solo eso: Pese a ganar millones, al final de la temporada este jugador viaja a su ciudad de origen, Tennessee, para trabajar 40 horas a la semana en una tienda de equipamiento para actividades al aire libre.
Daniel destaca entre sus compañeros de juego y su estilo de vida no interfiere con su rendimiento profesional: necesita ser él mismo para poder jugar bien
Si su carrera continúa en ascenso, su equipo podría llegar a recibir una oferta de 50 millones de dólares por su compra. Pero a pesar de ello, Daniel nunca cambiaría su forma de vida ni dejaría todo aquello que ama: su libertad y su caravana Volkswagen.
Este joven de 21 años es sin lugar a dudas un hombre extraordinario, que vive la vida libre y sin depender de posesiones materiales; sin importarle lo que los demás piensen.