Un estudio realizado por el investigador, Steve Faulkner, de la Universidad de Loughborough, señaló que tomar un baño caliente puede tener efectos similares a salir a trotar, además de ayudar a prevenir la diabetes tipo 2.
Para lograr este resultado, el equipo de especialistas midió los niveles de azúcar y las calorías que podría quemar. Para comparar, un grupo de personas se metió a una tina con agua a 40 grados y otro grupo hizo bicicleta durante 60 minutos.
Y el resultado fue que, si bien la bicicleta quema más calorías, un baño caliente consigue eliminar la misma cantidad que caminar por 30 minutos.
“La respuesta de azúcar en la sangre a ambas condiciones fue similar, pero el peak de azúcar en la sangre después de comer fue aproximadamente un 10 por ciento más bajo cuando se trataba de los participantes que habían tomado un baño caliente en comparación con los del ejercicio”, explicó Faulkner.
Además, confirmó las propiedades antiinflamatorias que un baño caliente puede tener en el sistema inmunológico: «Esto sugiere que el calentamiento pasivo repetido puede contribuir a reducir la inflamación crónica, que a menudo está presente con enfermedades a largo plazo, como el tipo 2 diabetes», finalizó.