Los dichos de Kim a la policía francesa fueron revelados, y detallan cómo vivió minuto a minuto el violento robo de París.
Kim Kardashian describió su terrorífica experiencia a menos de dos horas de que cinco hombres armados la amenacen, la aten y la encierren en el baño de su cuarto de hotel, para luego robarle más de 10 millones de dólares en joyas.

Si bien esto fue en octubre del año pasado, su declaración policial fue revelada por el diario francés Le Journal du Dimanche, y muestra cómo la mediática vivió minuto a minuto el horroroso hecho.

“Escuché un ruido en la puerta, como si fueran pisadas, y grité preguntando quién estaba allí, pero nadie respondió”, comenzó contando la estrella de Keeping Up With the Kardashians, de acuerdo al documento oficial.

“Llamé a mi guardaespaldas a las 2:56 a.m.”, confió a los policías. “Luego, detrás de las puertas corredizas, vi como dos hombres llegaban con el señor de recepción, que estaba atado”.


Y luego dio detalles de su vestimenta: “Ambos estaban encapuchados, uno con una máscara de ski, una gorra y una chaqueta donde decía “Policía”. El segundo hombre tenía el mismo letrero en su ropa, pero no llevaba ninguna máscara de ski… El que sí tenía fue el que se quedó conmigo”.


De ese es del que tiene más recuerdos. Según recalca, fue él el que le pidió particularmente por su anillo. “Tenía un acento muy francés y me preguntó por mi anillo en inglés. Miró y estaba en mi mesa de luz. Valía 4 millones”, explicó.


El documento especifica que el hombre repetidamente le pedía a la mediática que entregue su anillo de diamantes. “Sacó su pistola y le mostré mi anillo. Tenía guantes. Me preguntó dónde estaban las joyas y el dinero”, contó. “Para ese entonces, me ataron y me pusieron cables de plástico y cinta adhesiva en mis manos. Luego, me taparon la boca y me maniataron las piernas”, reveló.

Lo que siguió después fue el fin de un calvario. Los ladrones la situaron en la bañadera de su cuarto de hotel, y, recién después “escaparon”, según explicó. “Durante el robo, tenían el teléfono del hotel que no paraba de sonar, y hablaban en francés. Tuve la impresión de que hablaban que tenían que irse”, reveló.

Según la declaración, Kardashian especifió que los hombres parecían “un poco inexperimentados”, debido a que ella pudo, exitosamente, quitarse la cinta adhesiva de sus manos y su boca.

Cuando las autoridades le preguntaron si resultó herida, Kim decidió dejar de responder:
“No… Quiero irme, quiero volver con mis hijos a Estados Unidos. Un avión privado me está esperando”, les dijo.

Por ahora, cuatro sospechosos fueron inculpados, dos de ellos conductores de la limusina encargada en transportar a la estrella a todos sus eventos.
