La popular dieta del jamón y vino que hace que bajes de 4 a 6 kilos en un mes

Bajar de peso rápidamente es el sueño de muchos. Si bien lo ideal es generar hábitos saludables que nos ayuden a estar en forma para cuidar a nuestro organismo, de manera lenta y disciplinada, de vez en cuando no está mal para algunos la opción de tener un empuje inicial más veloz.

Hoy en día está muy de moda la dieta del vino y jamón. El régimen fue creado por Rubén Bravo, y promete que puedas bajar entre cuatro a seis kilos en una semana. Siempre es bueno si consultas a un especialista antes, como Bravo, quien es experto en nutrición y gastronomía.

«Tanto el jamón ibérico como el vino tinto son dos alimentos con demostradas propiedades para la salud, y que en un consumo moderado y pautado nos ayudarán a prevenir multitud de enfermedades del corazón y degenerativas, al mismo tiempo que notaremos su efecto reconstituyente, aportándonos una sensación de vitalidad diurna y descanso nocturno».

Está claro que esto es para practicarlo muy de vez en cuando, ya que mantener la dieta de manera permanente no presentará resultados, y puede producir que te falten ciertos nutrientes.

El vino tiene cientos de propiedades, tanto para el corazón como para otros aspectos de la salud, pero siempre en consumo moderado. Por su parte, el jamón también es un gran aporte en hierro y vitamina B, que favorece a nuestro organismo.

Lo ideal es consumir jamón ibérico para este régimen:

“Pautamos unos 120 gramos tanto para hombres como para mujeres, distribuidos en desayuno y cena, y unos 150 gramos para aquellos que practiquen deporte, aunque comenzaremos a disfrutar sus efectos terapéuticos a partir de los 50 gramos al día.”

El vino y el jamón se mezclan con otros alimentos, pero estos son la base diaria que debes consumir.

“El jamón ibérico se puede añadir de forma habitual como picoteo o aperitivo en las cenas, una costumbre que cada vez observamos más en las consultas, sobre todo en personas muy ocupadas y con falta de tiempo para preparar platos más elaborados.”

Primero, para el desayuno debes comer pan, jamón y fruta. Las cantidades varían según tu género. Puedes agregar café descafeinado y leche descremada. Y las frutas pueden ser manzana, naranja, peras o frutillas.

La comida debe estar acompañada por verdura en diversas preparaciones: puré, al horno, al vapor. Como plato principal tienes carne (salmón, merluza, atún, pollo, pavo, ternera o carnes magras en general).

Para la merienda puedes beber nuevamente un café descafeinado con leche, yogur y algunos frutos secos. Todo descremado para evitar la grasa.

Y finalmente a la cena debes tomar caldo, junto a dos cortes de jamón ibérico o pescado.

Para el final del día, si aún tienes hambre se recomienda un bocado de chocolate amargo, con mayor porcentaje de cacao. No se permite el pan en ni una oportunidad más que el desayuno.

Sobre el vino: puedes consumir una copa (150 ml) par las mujeres, y hasta 2 máximo para los hombres, sin sobrepasar esto en el día. Debe ser vino tinto por sus propiedades, más que nada Pinot Noir y Merlot.

Así, además de una alimentación equilibrada, agregas a tu consumo diario el jamón de la cena y el vino con el que la puedes acompañar. Esto acelerará y potenciará tu metabolismo.

¡Prueba por ti mismo los resultados!

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