Riley Hancey es un joven que celebraba el Día de Acción de Gracias con su familia cuando sus pulmones empezaron a colapsar. A raíz de esto, es que tuvo que ser internado de urgencia en el Hospital de la Universidad de Utah.
Sin embargo, él y su familia se llevaron una gran sorpresa cuando al chico le negaron el doble trasplante de pulmón que necesitaba debido a que había consumido hierba y el examen de THC en la sangre había dado positivo.
Según las explicaciones del hospital, la negativa al trasplante se debía a que no se recomendaba realizar estos procedimientos a personas que hayan consumido alcohol, tabaco o drogas, ya que podrían afectar al proceso.
La explicación dada por el equipo médico no convenció a Mark Hancey, padre de Riley quien señaló: «Riley fumó marihuana en Acción de Gracias, pero esto no es como si fuera un consumidor activo por 30 años y el daño en sus pulmones se deba a eso. Uno de los doctores le dijo a mi hijo que se iba a morir, que tenía que poner sus asuntos en orden».
Sin embargo, este hospital no accedió a ayudar al joven.
Para fortuna de la familia, el Hospital Universitario de Pensilvania citó al joven para que, al cabo de un mes, recibiera el trasplante que le podría salvar la vida.
Ahora Riley se está recuperando, pero deja pensando en los criterios que tienen algunos médicos u hospitales para tratar con gente que se bate entre la vida y la muerte. Insólito.
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