Hace unos meses atrás, escribimos sobre Jennifer Hiles. Esta chica tuvo el infortunio de haber nacido con una malformación arteriovenosa.
Por suerte para Jenny, esta rara enfermedad no es hereditaria, por lo que esta hermosa chica pudo casarse y darle a su amado dos hijas maravillosas. Sin embargo, esta situación no dejaba a la madre vivir en paz, sabiendo que en cualquier momento una hemorragia fatal podría dejar a las niñas huérfanas.
Así es como Jennifer se veía cuando adolescente:
Para hacer frente finalmente a su maldición inherente, la mujer decidió hacerse una operación muy compleja. Pero antes de eso, ella tuvo que conformarse durante unos meses con unas bolas insertadas en la cara.
Las esferas le estirarían la piel, que sería la «reserva» para el futuro trasplante. Recientemente, los médicos informaron que llegó el momento ideal para la cirugía.