Si andas cerca de los 30 y aún sientes que algo no has realizado y/o que el tiempo pasa demasiado rápido: ¡Tranquilo! Aún estás a buen tiempo de llegar hasta tu cima y superarla.
Dicen por ahí que: “Triunfar es aprender a fracasar” y, muchas veces, creemos que fracasamos sin aprender algo. La cuestión es que fracasar no es tan malo como se cree, pues esto sólo significa que no se han dado los resultados deseados o previstos.
Para la sociedad actual, que tiene gran interés en la competencia, lo malo no es fracasar sino no aprender de la experiencia y, por ende, nunca modificar los factores o las circunstancias dadas.
Aunque suene obvio y sencillo, no lo es, pues no todas las dificultades se pueden evitar y hay que crear herramientas psico-sociológicas para salir adelante. Quienes han logrado poner en orden su vida cuando cumplen los 40 años, por lo general se encuentran en mejores condiciones para alcanzar el éxito que quienes no lo han hecho. Así pues, si quieres escapar de una relación sin esperanza, terminar una carrera universitaria, casarse (otra vez), o poner ese negocio soñado, ¡hazlo de una vez por todas!
A los veinte años ya estudiaste lo básico (y se espera que lo profesional), a los treinta ya realizaste prácticas y, a los cuarenta ya aprendiste todo lo que se necesita saber sobre un negocio, una profesión, tus facultades, tus habilidades y también conoces bien tus necesidades.
Esta es la ventaja de lograr el éxito tardío: Uno conoce sus demandas.
“Cuando me permito lo que merezco, atraigo lo que necesito”.
Si tomamos como referencia el cuento del tigre que se quema la pata cuando su curiosidad por el fuego lo hace adentrarse en la selva, entendemos que después de eso, ya nunca más comete el mismo error. Por lo tanto, la primera experiencia es suficiente para modificar y ser cauteloso. En contraparte, se dice que el ser humano comete el mismo error varias veces esperando resultados diferentes. No lo sabemos a ciencia cierta, sea la forma que sea, esta comparación nos sirve para observar que a los treinta años uno ya aprendió sobre sus facultades y habilidades, por lo tanto, también visualizó su rango de error y fracaso. Y si no es así, te mostraremos el listado de personalidades que después de varios fracasos encontraron el éxito en su “juventud tardía o contemporánea”– como ahora se les llama–.
Martha Stewart
A los 10 años ya trabajaba como niñera. A los 15 años empezó a modelar y aparecer en comerciales de TV. Trabajó como modelo para pagar la universidad. En 1977 fue editora de El libro secreto de los Gnomos, que fue un gran éxito. En 1982, gracias a un publicista, lanzó un libro de cocina que fue su inicio. Se hizo popular en la TV y escribiendo para diferentes diarios. Se convirtió en una mujer millonaria después de los 40 años.
JK Rowling
La escritora tuvo malas experiencias con el periodismo. Además, siendo madre soltera, debió cuidar y sacar adelante a su hija sólo con la ayuda económica de la seguridad social. En 1997 publicó su primera obra: Harry Potter. Desde entonces su fama y éxito inesperados le dieron la gran fortuna.
Matt Groening
La familia más famosa y divertida del mundo fue creada por Groening, a quien sus profesores también decían que nunca llegaría a nada. Él pasaba todo el día viendo la televisión cuando era niño, y antes de ser el aclamado creador de Los Simpson, desempeñó otros trabajos, entre los que destacan vendedor de muebles, chófer, empleado de una planta de tratamiento de aguas residuales, además de haber pasado otro tiempo como lava platos. Eso no le detuvo y creó la serie de dibujos con más éxito de todos los tiempos.
Harland Sanders
El creador de KFC empezó a destacar por sus habilidades en la cocina como empleado. También fue bombero, vendedor de seguros y empleado en gasolineras. El plato que más le gustaba preparar era el pollo, lo empezó a servir trabajando en Sell. A los 62 años abrió su propio restaurante de pollo. La famosa receta secreta lo hizo de gran fortuna y éxito. Se hizo millonario a una edad muy tardía para los estándares de los empresarios.
Chris Gardner
El inspirador de la película En busca de la Felicidad fue un hombre sin hogar y con un hijo pequeño. Tuvo que abrirse paso como aprendiz en, EF Hutton. Este hombre trabajó duro, todos los días, un número increíble de horas, paso muchas dificultades y siempre con optimismo. Después de los 40 años pudo hacer su primer millón.
Ya es bastante difícil triunfar cuando se arrastran conflictos personales que socavan la propia energía y distraen la atención. Sin embargo, la infelicidad es falta de autoconocimiento y hasta cierto punto falta de interés en responsabilizarse. A final de cuentas, ya no es válido echarle la culpa a los traumas infantiles, las decepciones emocionales o las malas decisiones, pues la infelicidad y la depresión anulan el interés de la persona en todo lo que la rodea.
Fuente: CltraCltva