Las calles de Astana, capital de Kazajstán, tienen una particularidad única que muchos ya quisieran en sus países: están rodeadas de plantas de marihuana que nacieron como una opción decorativa inocente y ahora abundan salvajemente por toda la ciudad.
En Auezov Street, la principal arteria de Astana, el olor a cannabis alertó a las autoridades de «miles» de plantas de marihuana que florecían en los lados de la calle.
Un vecino, Mihail Malorod, fue uno de los primeros que se fijó en las plantas.
«Estaba caminando por la calle cuando vi estas plantas lindas en el cruce de la calle Auezova y la calle Dzhangeldina…¡Que bonito ramo de flores!, pensé».
El año pasado el político Dariga Nazarbayeva sugirió ceder las parcelas de tierra cubiertas de cannabis a las compañías farmacéuticas para que las cultiven para su venta. Además sugirió el uso de esta planta, disponible de forma silvestre, como reclamo para que los aficionados a la hierba pasen sus vacaciones en el país.
Sin embargo, la empresa de jardinería contratada por el municipio para plantar las flores han iniciado su propia investigación interna sobre lo sucedido afirmando que van a «eliminar» todas las plantas de cannabis.
Hace unos años, el escritor y presentador Simon Reeve descubrió la facilidad con que crece la marihuana en Kazajstán, cuando viajó por todo el país para su serie de televisión Meet the Stans. Mira aquí el vídeo
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