A finales de enero del 2016 una foto conmocionó al mundo entero. Se trataba de una imagen en la que aparecía un pequeño niño al borde de la muerte en las calles de Nigeria. Ante esto, una voluntaria se inclina para darle agua lo que fue captado por un fotógrafo.
Anja Ringgren Lovén rescató al pequeño luego de que fuera abandonado por sus padres por ser acusado de «brujería». En ese momento Hope (así le puso Anja al niño) estuvo a punto de morir, pero gracias a esta mujer hoy su historia es muy diferente.
Cuando recién lo adoptaron fue llevado de urgencias al hospital a tratar su desnutrición y gusanos en el estómago… Luego de 8 meses en tratamiento empezó a ganar peso y energía.
Anja tiene un orfanato para los niños que han sido abandonados como Hope y es allí donde el pequeño comparte con otros niños que también se recuperan de la mejor manera… Sobre todo con mucho amor.
Hoy el pequeño es un niño alegre, gordito y amado… Su vida cambió completamente.