Esta chica contó su experiencia en un campamento de modelos y fue terrible

Lonnie Parker es una chica como cualquier otra, que durante el 2007 se encontraba en Florida disfrutando del verano. Mientras se encontraba paseando por un centro comercial, le pasó lo que muchas chicas desea que les suceda: un agente de modelaje se acercó a ella para reclutarla.

En ese entonces, Lonnie tenía 18 años y cuando Kevin, el agente, le preguntó si quería ser modelo, dijo sin parpadear que sí.  Al día siguiente se reunieron en Miami, donde él tomó sus medidas de cintura, cadera y busto.

Entonces, Kevin le dijo que podía ser modelo con una condición: debía bajar de peso. Si ella era capaz de reducir su cadera en 8 centímetros, durante 6 semanas, podía encontrar una oportunidad. Siendo que ella ya era lo suficientemente delgada.

«Yo sabía que perder peso no era difícil. La fórmula era menos comidas y más ejercicio».

Así, Lonnie se puso en campaña para disminuir sus medidas, tras lo que el agente la envió a un campamento para aspirantes a modelo, de la conocida agencia Elite Models. Parecía algo que muchos quisieran lograr, pero no fue tan soñado como se imaginaba.

«Mi vida consistía en correr, hacer abdominales, comer yogures edulcorados y pasar los días rodeada de cintas métricas, básculas y espejos».

De a poco, la chica comenzó a sentirse poco atractiva por lo delgada que llegaba a estar, y supo que este «sueño» no valía la pena si bajaba su calidad de vida.

Uno de los requisitos era que no podía tomar sol ni cortarse el cabello. Además, debía caminar repetidas veces frente al espejo para ensayar, usando en tacones y seguir bajando de peso. Al comienzo no parecía terrible: tomó clases de yoga en el campamento y se vio rodeada de chicas delgadísimas y muy flexibles. Todo esto era grabado y subido a la web, volviéndose en una presión más para la joven.

Uno de los días, recibieron la visita ilustre de la modelo Karlie Kloss, quien demostró cómo se debía caminar en la pasarela. Tenían que usar todas la misma camiseta, que era muy pequeña, a pesar de las diminutas medidas de todas.

Así, pasó los días en el campamento sin sentirse totalmente convencida de que ese sacrificio valía la pena. Cuando volvió a la realidad, Kevin le dijo que no podía subir de peso ni aumentar sus medidas ni en un milímetro. 

Finalmente la enviaron a Nueva York, donde la volvieron a medir. ¿El resultado? Era demasiado «ancha».

Apenas le dieron esa respuesta, Lonnie decidió que no quería seguir adelante:

«Dejé de hacer cosas que me gustaban por vanidad y codicia. Quería que los días terminaran para poder comerme mis cereales por la mañana. Algo que demostraba que mi vida no era demasiado divertida. Era una existencia aburrida.No soy lo suficientemente delgada para Kevin, pero sí lo soy para mí».

Quizás para tantas otras aspirantes y chicos, ese estilo de vida estaba bien para cumplir su sueño. Pero para Lonnie era degradante y parecía que no tuviese libertad. Así que decidió dejarlo.

En conclusión: el campamento y vida de modelos no es para todos, y no es tan hermoso y glamoroso como muchos creen. ¿Estarías dispuesto a tomar el riesgo?