Este experimento, de hecho, no era nuevo. Fue en 1996 cuando el psicólogo social Arthur Aron llevó a cabo un interesante estudio para ahondar en el concepto de intimidad humana, no buscaba precisamente saber cómo se enamoraban las personas ni aún menos el propiciar que se pudiera lograr a través de su trabajo.
Como psicólogo del laboratorio de Relaciones Interpersonales en la Universidad de Stony Brook, de Nueva York, sólo buscaba trabajar a “nivel experimental” diferentes variables sobre las relaciones humanas y esa curiosa conexión, o complicidad que en ocasiones se establecen entre unas personas y otras.
Y para ello, Arthur Aron estableció una serie de 36 preguntas que los sujetos experimentales intercambiaban entre sí para conocerse, para tocar “esa fibra personal” ese hilo de la intimidad que, en ocasiones, hace que sintamos afinidad por un tipo de personalidad y no de otra. Ahora bien, este trabajo como decimos se hizo en 1996, y es ahora, el 9 de enero de 2015, cuando lo recuperaron en “The New York Times”, de mano de la académica Mandy Len Catron.
¿Adivinas lo que se buscaba en esta ocasión con el trabajo llevado a cabo por Arthur Aron? Que estas preguntas establecidas para conseguir cierta intimidad y conexión emocional entre las personas, sirviera también para conseguir “enamorar y enamorarnos”. Y la premisa sería la siguiente: si yo establezco una conversación con alguien que me atrae y le planteo estas 36 preguntas, puedo hacer que establezcamos una intimidad muy especial que propicie el enamoramiento.
¿Será esto posible? Te ofrecemos a continuación la batería de preguntas para ofrecerte unos datos finales a modo de reflexión. ¡Empezamos!
Las 36 preguntas de Arthur Aron para la intimidad y cercanía humana
El modo de llevar a cabo esta batería de preguntas sería la siguiente: ambos sujetos se sitúan cara a cara y se plantean las preguntas mirando a los ojos. Ambas personas deben responderlas. El contacto visual no debe perderse en ningún momento.
Se establecen 3 series de preguntas, estableciendo un descanso en cada una de ellas.
Serie primera de preguntas
- ¿Dada la elección de cualquiera en el mundo, a quien preferirías tener de invitado a cenar?
- ¿Te gustaría ser famoso? ¿En qué sentido?
- ¿Antes de hacer una llamada, ensayas lo que vas a decir? ¿Por qué?
- ¿Cómo sería un día “perfecto” para ti?
- ¿Cuándo fue la última vez que cantaste para ti mismo? ¿Y para alguien más?
- Si fueras capaz de vivir hasta los 90 años… ¿Qué preferirías? ¿Tener la mente de una persona de 30 o su cuerpo?
- ¿Tienes alguna corazonada secreta de cómo crees que morirás?
- Nombra tres cosas que te gustaría tener en común con tu pareja.
- ¿Por qué cosa de tu vida te sientes más agradecido?
- Si pudieras cambiar cualquier cosa de la forma en la que te criaron, ¿qué sería?
- Tómate cuatro minutos y explica la historia de tu vida.
- Si pudieras despertar mañana habiendo obtenido cualquier cualidad o habilidad, ¿cuál sería?
Serie segunda de preguntas
- Si una bola de cristal pudiese decirte la verdad sobre ti mismo, tu vida, el futuro o cualquier otra cosa, ¿qué querrías saber?
- ¿Hay algo con lo cual has estado soñando hacer durante largo tiempo? ¿por qué no lo has hecho?
- ¿Cuál es el logro más grande de tu vida?
- ¿Qué es lo que más valoras en una amistad?
- ¿Cuál es tu recuerdo más atesorado?
- ¿Cuál es tu recuerdo más terrible?
- Si supieras que vas a morir repentinamente dentro de un año, ¿cambiarías alguna cosa de la forma en la que vives? ¿por qué?
- ¿Qué significa la amistad para ti?
- ¿Qué roles juegan el amor y la tristeza en tu vida?
- Explica 5 cosas que buscas en una pareja
- ¿Tienes buena relación con tu familia? ¿Sientes que tu infancia fue más feliz que la de la mayoría de la gente?
- ¿Cómo te sientes acerca de la relación que tienes con tu madre?
Tercera serie de preguntas
- Haz tres declaraciones verdaderas como “nosotros”. Por ejemplo, “Nosotros estamos ahora haciéndonos preguntas, nosotros ahora estamos tranquilos…”
- Completa esta oración: “Me gustaría tener a alguien con quien compartir…”
- Si fueses a convertirte en un amigo cercano de tu pareja, por favor comparte qué sería importante que ella o él supiera.
- Dile a la otra persona que tienes en frente qué te gusta de él o ella.
- Habla de algún momento vergonzoso de tu vida.
- ¿Cuándo fue la última vez que lloraste en frente de otra persona? ¿Y tú solo?
- Dile a la persona que tienes en frente lo que te gusta de los amigos que tienes ahora.
- ¿Qué cosa, si es que hay algo, es demasiado seria como para bromear con ello?
- Si fueras a morir esta tarde sin la oportunidad de comunicarte con alguien, ¿qué sería de los que más te arrepientes de no haberle dicho a alguien? ¿por qué no se lo has dicho aún?
- Tu casa, con todo lo que posees, se incendia. Después de haber salvado a la gente que quieres y tus mascotas, tienes tiempo para hacer una última corrida, rescatar algún objeto y volver a salvo. ¿Qué sería? ¿Por qué?
- De todas las personas en tu familia, ¿la muerte de quién te afectaría más? ¿Por qué?
- Comparte un problema personal y pídele consejo a la persona que tienes delante, para saber cómo él o ella lo manejarían.
Unas reflexiones finales…
Como puedes ver, el nivel de intimidad que se puede llegar con estas preguntas es quizá muy intenso. De hecho, es muy posible que parejas ya consolidadas no hayan llegado a hablar o a interesarse de un modo tan profundo sobre todos estos aspectos que en realidad, describen no sólo como somos, sino que hablan a su vez de nuestros miedos y necesidades.
Hacer esto con un desconocido supone sin duda abrirse a un nivel, que para mucho no puede resultar cómodo, de ahí que vale la pena ir poco a poco, empezando con la primera serie. Si uno nota incomodidad, es mejor no seguir. Ahora bien ¿sirve esto para enamorarnos o enamorar a alguien? No hay una respuesta segura, el amor es muy complejo, indomable e inexplicable, en ocasiones basta con una sola mirada, y otras veces, sin embargo necesitamos meses para darnos cuenta que amamos a alguien.
Estas preguntas, sirven sin lugar a dudas para conocernos a un nivel muy íntimo, lo que ocurra después, solo lo dirá el tiempo, las circunstancias, y esa magia que escapa de todo laboratorio experimental.