159 kilos era el peso que tenía Sarah-Jayne Croft, debido a un desorden alimenticio que no pudo controlar. La mujer aseguraba sentirse bien, «delgada dentro de un largo cuerpo». Sin embargo, en un viaje en avión a Turquía junto a su hija todo cambió.
Según relata a The Sun, nunca antes la habían ofendido por su peso, hasta ese viaje. La mujer se percató que junto a ella había una chica enviando un mensaje de texto que decía «Oh mi Dios no puedo creer que estoy sentada al lado de la mujer más más gorda de este avión».
Al ver ese mensaje, Sarah sintió que se le rompió el corazón, ya que era la primera vez que veía algo tan ofensivo sobre ella. Pero justo a tiempo todo cambió.
La mujer recibió una invitación de un programa del Reino Unido para bajar de peso. Su meta era bajar 63 kilos y «entrar en un traje de heroína sexy», según contó. Además, quiere estar saludable para cuidar a su padre, quien está muy enfermo «Me pongo muy emocional al pensar en él. Sé que mi familia se preocupa mucho por mí, entonces voy a luchar por ellos», sentenció.
De esta forma, Sarah hizo grandes cambios en sus hábitos alimenticios, cambiando los dulces por frutas, las frituras por verduras y tomando mucho líquido. Así, en un año logró bajar los 63 kilos que se había propuesto y volvió al programa a mostrar su radical cambio.