Tanya Willis es el nombre de esta joven madre de 22 años que no pudo disfrutar de un día tranquilo en un parque de diversiones. ¿La razón? el tamaño de sus pechos.
Así es. Resulta que su talla 36L no le permitía entrar bajo la barra de seguridad del carro de la montaña rusa, según indicó personal del parque El Coloso en Inglaterra.
«Deberían notar que no todas somos copa B. Algunas somos más grandes que eso. No soy gorda, pero las barras de seguridad y los asientos no están diseñados para mujeres con bustos amplios. Fue vergonzoso haber sido sacada del juego y hacer un paseo humillante frente a todo el mundo. Me arruinó el día y ni siquiera me ofrecieron un reembolso», indicó.
La montaña rusa no fue el único atractivo del que no pudo disfrutar, sino que de la mayoría de ellos que no estaban preparados para su tamaño de busto. La mujer tuvo que sentarse a mirar como los demás aprovechaban su día en el parque de diversiones.
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La entrada le costó unos 30 mil pesos chilenos, por lo que no poder aprovecharlos no fue nada de agradable para Tanya.
En tanto, los encargados del parque también manifestaron su punto de vista: «Si una de nuestras barras de protección no hace clic y se pasa a modo seguro, no dejaremos que un visitante se suba, es por su propia seguridad. La atracción simplemente no arranca hasta que todas las protecciones están cerradas. Tenemos avisos de las restricciones en cada juego», aseguraron.